Administración Eclesiastica

Consejos Para Dirigir La Iglesia, por Mark Dever

La Dirección Sana de una Iglesia.

Cuando podemos asumir correctamente que la mayoría de aquellos que están dentro de una iglesia son regenerados y que están comprometidos con la iglesia, entonces la imagen del Nuevo Testamento de la iglesia como un cuerpo y como una familia puede llegar a ser una viva y vital realidad. En Su benevolencia, Dios nos ha llamado a vivir una vida cristiana juntos. Al ser parte de una iglesia he crecido como cristiano a causa de la obra de Dios en mis hermanos y hermanas. Pienso que eso es normal. Y no pienso que eso signifique algo inusual. Dios intenta operar en nosotros por Su Espíritu a través de los demás. Las relaciones implican un compromiso en el mundo; seguramente no implican menos en la iglesia.

En el tercer mandamiento (Éxodo 20:7; Deuteronomio 5:11). Dios advirtió a Su gente que no tomara Su nombre en vano. Con esto Él no quiere dar a entender que simplemente evitemos lo profano. Más que eso, Él está diciendo, “No tomen Mi nombre para ustedes mismos, no declaren que son mis seguidores, si no van a vivir como uno de los míos.” Eso, está lejos de lo profano, sería tomar el nombre de Dios en vano.

Ese mandamiento es tanto para nosotros como para la iglesia. Muchas iglesias hoy yerran al confundir el lucro egoísta con el crecimiento espiritual. Erramos al confundir la simple excitación con la verdadera adoración. Atesoramos la aceptación la aceptación mundana más que vivir en una manera que nos llevará a la posición mundana.

2 Timoteo 3.12 Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos.

A pesar de sus perfiles estadísticas, muchas iglesias hoy en día parecen no estar preocupadas por las mismas señales bíblicas que deberían distinguir a una iglesia vital en crecimiento.

La salud de la iglesia debería ser la preocupación de todos los cristianos, porque esta involucra la vida espiritual de cada uno de los que son cristianos y miembros de una iglesia, especialmente de aquellos llamados a ser líderes en la iglesia. Nuestras iglesias son la exhibición del glorioso Evangelio de Dios a Su creación en una variedad sorprendente de muchas diferentes personalidades. Él provee la iglesia y las maneras en las que les permitirá relacionarse uno al otro y mostrar Su gloria. Eso es para lo que somos llamados, somos llamados para mostrar a Dios y a Su carácter, de una manera gloriosa a Su creación. Estamos para traerle a Él la gloria con nuestras vidas unidas.

Efesios 3.10 De este modo, la infinita (multiforme) sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,

Consejos para Dirigir

Un buen titulo para un libro que quiero escribir sobre ministerio pastoral seria: “Como ser despedido… ¡y rápido!” Podría resumir la idea básica de este libro no escrito en un párrafo:

«Un pastor podría llegar a la reunión de los miembros de la iglesia cuestionando la salvación de algunos de los miembros de la iglesia, rehusándose a bautizar a los niños, dándole prioridad al canto congregacional sobre la música, solicitando quitar las banderas cristianas y de la nación y suspendiendo cualquier clase de llamado al altar, remplazando los comités con ancianos (y aún nombrando un comité) ignorando la rotación secular del día de las madres, del día del padre, del día del trabajo, día de brujas, día de los veteranos, día de año nuevo, natalicio de Martin Luther King Jr, día de San Valentín, día de los veteranos, la graduación de la escuela secundaria local y del cuatro de julio, empezar a practicar la disciplina de iglesias, cesar a las mujeres de posiciones semejantes a las de los ancianos en la iglesia, y declarar que el tiene una oposición teológica a los servicios múltiples en la mañana del domingo… tal pastor podría no llegar más lejos que su próxima junta de miembros.!»

Mientras yo escribiera un libro como ese, pienso que primero debería tener una aproximación más constructiva. Temo que algunos de los que leyeran este libro puedan ir inmediatamente a sus iglesias impacientes por un cambio radical. Pero con un poco de sabiduría, paciencia, oración, instrucción cuidadosa y amor, podríamos sorprendernos de que tan tejos podemos llegar con nuestras iglesias. La historia de la tortuga que persiste y de la liebre apresurada, llega a ser una parábola para los pastores.

Aquí hay cuatro características que tú como pastor deberías cultivar para ayudar a implementar los cambios que sientes son requeridos en tu iglesia.

  1. Se sincero

Pídele a Dios que mantenga tu fe a Su Palabra escrita. Nunca minusvalores el poder de la enseñanza de la verdad. Ora para que tengas integridad en ti mismo, en tu propio pensamiento. Ora para que tú seas honesto con todos, al responder las preguntas, pero más activamente al trabajar para ayudarle a la gente que llegue a conocerte.

  1. Se confiado

Depende de Dios más que de tus dones y habilidades. Utiliza algún tiempo para orar en privado, con otros y con la congregación. Se paciente. Recuerda las palabras de Dios a Timoteo en la 2 Timoteo 4:2 “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Platícale tus ambiciones al Señor. Está deseoso de confiar en Él con tu vida, está deseoso de orar para que Dios pueda conservarte en el lugar actual de tu ministerio por el resto de tu vida. La longevidad fue ponderada por Dios para llevar a los niños hacia su madurez. Tal longevidad también ha caracterizado muchos de los ministerios que han sido fructíferos. El pastor puritano William Gouge a menudo dijo que el tamaño de su ambición fue ir desde Blackfriars (su iglesia) al cielo. Gouge fue pastor de esa misma iglesia desde Junio de 1608 hasta su muerte en diciembre 12 de 1653. El fue pastor de la misma iglesia por cuarenta y seis años. Ora para que Dios incremente tu fe y te ayude a ver que Su preocupación por Su iglesia es mucho más grande que la tuya propia.

  1. Se Positivo

Ora para que nunca te perciban, básicamente como un crítico. Elabora una agenda positiva. Clarifica la visión de Dios para Su iglesia, y tus planes particulares, en términos como de objetivo de largo plazo, como de objetivos inmediatos. Ora para que Dios te ayude a construir relaciones personales sólidas. Ora particularmente para que Dios te ayude a desarrollar más líderes dentro de la iglesia (2 Timoteo 2:2).

2 Timoteo 2.2 Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga (confía) a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros.

Ora para que Dios te haga un ejemplo personal de un defensor principal del evangelismo y de las misiones. Ora para que Dios incremente tu celo y el celo de tu iglesia, para Su gloria.

  1. Se Particular

Sitúa en el contexto la preocupación de Dios por Su iglesia. Utiliza los buenos recursos de la propia historia de tu iglesia. Aprende de los miembros más grandes acerca de la historia de tu iglesia. Se un dendrólogo (gente que estudia los arboles). En la Catedral de Lincoln, un guía de turistas me dijo que los dendrólogos podrían tomar muestras de los 46 robles que han estado en el techo de la catedral por años e imaginarse cuando fue plantado el año y cuando fue segado. Los que me mostró habían estado ahí por más de ciento cincuenta años cuando fueron segados. Muchos habían sido plantados en los 900s y segados en los años 1100. Llégate a convertir en el estudiante principal de la historia de tu iglesia. Al hacerlo mostrarás respeto y aprenderás.

Conclusión.

Puedes llegar a ser el agente para recuperar lo que ha sido lo mejor para tu iglesia en el pasado, y el agente para dirigir a tu iglesia a las grandes cosas que Dios tiene para ella en el futuro. Mientras tu iglesia muestre el carácter de Dios a Su creación. Esta imposición para mostrar, es nuestra aterradora responsabilidad y nuestro tremendo privilegio. Que Dios haga a tu iglesia una iglesia sana, y que derrame Su Espíritu en las iglesias a través de nuestra tierra y alrededor del mundo para hacer lo mismo, para Su propia gloria. Y que Dios te bendiga en el intento.[1]

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Acerca del autor:

dever-e1412519712332Mark Dever (1960-). Realizo estudios en  Duke University (BA), Gordon-Conwell Theological Seminary (MDiv.), Southern Baptist Theological Seminary (MTh), y Cambridge University (PhD). Dever, es el pastor principal de “Capitol Hill Baptist Church” in Washington, D.C. (US), y presidente del ministerio “9 Marcas”, ministerio que tiene como proposito ayudar a fundar iglesias bíblicas. Es miembro también de la “Alianza Evangélica de Iglesias Confesantes” (Alliance of Confessing Evangelical Churches). Entre sus obras principales (en ingles), se cuentan: “Nueve Marcas de una Iglesias Saludable” (2004), “El Mensaje del Nuevo Testamento: Promesas Cumplidas” (2005), “El mensaje del Antiguo Testamento: Promesas Hechas” (2006), “Doce retos que la Iglesia afronta” (2008), “Es bueno: Exposición en la Expiación Substitutoria” (2010), entre muchos otros.

[1] Tomado de: Mark Dever, Una Iglesia Saludable: Nueve Características, traducido por Miguel González, Primera Edición. (Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia, 2008), 239–242.

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