Autores

¿Juicio sobre los Bautistas?, por Dale M. Coulter

Este articulo trata sobre los escándalos recientes sobre abuso sexual dentro de la Convención Bautista del Sur en los Estados Unidos. En la cual se encubrieron progresivamente entre los lideres de dicha organización un abuso sistemática de mas de 700 personas durante un periodo de 20 años. Puede ver aquí para más información.

¡Visita nuestra página web aquí!

Era solamente cuestión de tiempo hasta que los periodistas escarbaran dentro de una institución evangélica, para encontrar los restos y evidencias de abuso sexual escondidos en los archivos de sus oficinas. En medio de los escándalos en mayo del año pasado sobre Paige Patterson,[1] el anterior presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur Oeste (Soutwestern Baptist Theological Seminary), Albert Mohler advirtió a la Convención Bautista del Sur (The Southern Baptist Convention), y al mundo evangélico de los Estados Unidos, que el Juicio de Dios sobre ellos había llegado. Cuando Mohler hizo esta declaración no sabia que el Houston Chronicle, y el San Antonio Express-Newsya habían iniciado la investigación sobre los múltiples y repetitivos abusos sexuales. Ahora artículos producto de esas investigación han comenzado a salir a la luz. 

Muchos escritores, incluido Albert Mohler, han identificado una serie de problemas que han contribuido a crear un clima propicio para el abuso sexual dentro de la denominación. Los problemas pueden clasificarse en tres categorías: Comuniones abiertas, Cultura Denominacional, y mala teología. 

I. Comuniones Abiertas.

Por ejemplo, muchos han remarcado la afirmación de el Houston Chronicle que la autonomía local de cada Iglesia dentro de la política Bautista permitió que los predadores sexuales se movieran con completa libertad de una iglesia a otra. Otro punto importante es la facilidad con lo que los ministros Bautistas son ordenados al ministerio. Debido a que son las Iglesias locales quienes ordenan (en oposición a un presbítero o grupo de Iglesias), lo único que uno tiene que hacer es buscar la recomendación de cualquier Iglesia que tenga buenas relaciones con la Convención (Southern Baptist Convention), sin importar lo pequeña, alejada o poco saludable que esta sea. 

Pero el problema trasciende los limites de la Convención Bautista del Sur. Como uno de los lideres de dicha denominación señalo correctamente, los ministros acusados de abuso sexual que fueron despedidos de una comunión de Iglesias o denominación, simplemente se afiliaron a otra sin ningún problema. No es solamente los miembros quienes se benefician de esta “carpa evangélica” para moverse de un lado a otro libremente. 

Estas redes abiertas (comuniones de pastores o Iglesias) para que un ministro de traslade de una parte del evangelicanismo a otra permitieron que los violadores sexuales lograran evadir cualquier tipo de disciplina, comenzando libremente de nuevo en otro lugar vez tras vez. No necesitamos una base de datos para todos los violadores sexuales dentro de la Convención Bautista del Sur, ¡sino para toda la Iglesia Evangélica! Necesitamos una mayor cooperación y trasparencia entre las Iglesias Evangélicas y las instituciones para eclesiásticas en asuntos relacionados a la disciplina de la Iglesia, para de alguna manera poder cerrar por completo estas comuniones abiertas donde ministros se mueven de una a otra sin ningún tipo de control. 

II. Cultura Denominacional.

El Houston Chronicle también llamo la atención al hecho de que las denominaciones en los Estados Unidos funcionan mas como una corporación o negocio. Es decir, su instinto natural es proteger a la “marca” en lugar de a las victimas de estos predadores sexuales. ¿Permitirán los Evangelicos que sus ministros permanezcan en sus puestos siempre y cuando firmen algún papel diciendo que tienen creencias ortodoxas (y así proteger a la cultura de la corporación), incluso cuando su comportamiento contradiga completamente las creencias que dicen tener? 

Muy a menudo las Iglesias Evangélicas han caído en avergonzar a la victima con el fin de proteger a sus lideres. Esto fue lo que paso inicialmente con Paige Patterson. El status y autoridad que Patterson tenia dentro de los Bautistas permitió que su comportamiento permaneciera por mucho tiempo igual sin ser cuestionado. Mas aun, a la luz de una cultura de guerra, muchos evangélicos a menudo tienden a confundir un cuestionamiento a la autoridad de un líder con un cuestionamiento a la autoridad de la Escritura. Estos Evangélicos dicen que defienden la verdad, pero esta afirmación se relaciona usualmente solamente a asuntos doctrinales o bíblicos, en lugar de a la aplicación de dichas verdades ante ellos. 

III. Mala teología. 

Una mala teología ha alimentado un clima de abuso espiritual en contra de las victimas de violación sexual. Existe esta tendencia torcida dentro de algunos círculos evangélicos de extender perdón vez tras vez, incluso cuando existen patrones de conducta pecaminosa continuas y establecidas. El problema no es que la Iglesia muestra amor y misericordia para con aquellas personas que han sido sorprendidas en alguna conducta pecaminosa, sino la idea torcida de que perdonar significa que dicha persona debe permanecer en una posición de autoridad. La disciplina de la Iglesia tiene el propósito de lidiar con estos patrones de conducta. La falla en aplicar la disciplina de la Iglesia para pecados graves en una consecuencia de una noción de “gracia barata”, que fluye de un sobre énfasis en una justificación por fe “gratis”, a expensas de la obra santificadora del Espíritu Santo. 

Un problema relacionado a esta es la noción de que “pecado es pecado”. Esta es otra tendencia Evangélica de poner todos los pecados en el mismo nivel, como si no hubiera diferencia por ejemplo, entre una mentirilla y el abuso sexual, debido a que “delante de Dios”, todos los pecados merecen juicio. Mientras que por otro lado, el Evangelicanismo ha permitido que la sub-cultura de guerra determine lo que cuenta como “un pecado grave”.

Esta tendencia de auto definir a conveniencia lo que son pecados graves, ha creado graves inconsistencias dentro de la mayoría de la teología moral dentro del evangelicanismo. Algunos comportamientos se tratan como si fueran “lepra”, mientras que otros como si fueran solamente “mentirillas blancas”. Esto es como las normas culturas (“los chicos serán siempre chicos”) erosionan las normas teológicas y refuerzan una cultura de proteccionismo. Por ejemplo, el debate sobre la ordenación femenina, o el trato a las personas LGBT, revela cuan profunda es esta inconsistencia. Se tomaron medidas muy fuertes y protestas en contra de la ordenación femenina, mientras que el abuso sexual se toleraba a diestra y siniestra. Recientemente Seth Dunn escribió en un twitter que una mujer que quiere ser pastora es “tan malo como el violador sexual que contratado como pastor”. Russell Moore esta absolutamente en lo cierto cuando dice que esta clase de respuestas es “sumamente peligrosa” para las victimas y sobrevivientes de abuso sexual. La teología moral Evangélica tiene que comenzar a discriminar las entre las transgresiones pecaminosas teniendo como base la fuerza destructiva que estas tienen. 

Conclusión. 

Todo lo que ha podido ser conmovido ha sido removido. El año pasado Ross Douthat, se pronuncio diciendo que el “apocalipsis bautista” iba a caer sobre nosotros. Si es este el caso, estamos en el medio de la gran tribulación, y no debemos esperar un “gran rapto secreto” que nos librara del mismo. En lugar de esto debemos afrontar y dar la cara a estos asuntos. La verdad y testimonio del Evangelio están en juego.

Fuente: https://www.firstthings.com/web-exclusives/2019/02/evangelical-apocalypse?fbclid=IwAR0PxI0qe6bqT26bucmWR56rZSmqtgNT_N4Hb4zyb0e3_7gfPPr3dxdUsew. Publicado originalmente el 14/02/2019. 



[1]Paige Patterson (1942-), ha sido presidente del Southeastern Baptist Theological SeminarySouthern Baptist Convention, y el Southwestern Baptist Theological Seminary. En mayo del 2018 fue removido y expulsado de todas sus posiciones de liderazgo debido a un encubrimiento de violación y abuso sexual. Paige uso la historia de José, quien fue acusado de violación falsamente por la esposa de Potifar, para justificar a culpables reales de abuso sexual. 

3 respuestas »

  1. Aunque ser Bautista no es garantía de nada, sobre todo hoy día, no obstante me resulta significativo que estos periódicos, que ya sabemos quienes los controlan, se lancen en una investigación sobre la que probablemente sea la congregación mas fundamentalista y auténtica que queda hoy día del verdadero mensaje cristiano, y es que en los tiempos presentes estoy seguro que practicamente en casi cualquier lugar en que se mire a fondo, la perversidad tiene un lugar, el mal reina.

    ¿No sería interesante tambien investigar entre los templos musulmanes y judios en USA?.

    Me gusta

Replica a Alfonso Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.