05-Post-Reforma (Inglesa) s. XVII

¿Son los Presbiterianos Reformados?, por Daniel Caballero

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Si, el titulo de este post es deliberado, y tiene en mente la disputa que existe en circulos reformados latinos sobre «Quien esta dentro y quién esta fuera». La respuesta a la pregunta, ¿Son los Presbiterianos reformados? (o los Bautistas!) Depende mucho de como se defina la palabra “reformado”. He puesto un alto a mis estudios esta tarde, para escribir sobre una tendencia divisionista peligrosa que veo en Latinoamérica, particularmente entre aquellos que se llaman reformados. Es la tendencia sectaria y separatista de algunos de definir el termino “reformado” de acuerdo con ciertas características que su grupo o denominación cumplen, para de esa manera excluir a otros grupos, y autenticarse a si mismos como “los únicos y verdaderos reformados”. “Solamente aquellos que cantan salmos son verdaderamente reformados”, “solamente aquellos que se subscriben completamente a la Confesión de Fe de Westminster son verdaderamente reformados”, “solamente aquellos que bautizan niños son reformados”, etc. Esto se origina en un corazón y conciencia entumecidos por el orgullo, y avivado por la ignorancia. Solamente un necio juzga a otros como ignorantes por no comprender aun doctrinas que le demoraron 10 años aprender.

Quisiera también ser cuidadoso en este asunto pues también existe la tendencia contraria, es decir afirmar que todos son reformados, pues esto también es incorrecto. He escrito sobre esto tambien aqui. Como Scott Clark menciona:

“Varios segmentos dentro de la tradición reformada… están definiendo el termino “reformado”, de maneras que nuestros antepasados no lo hubieran hecho”.[1]

Pero ese no es el tema del que quisiera hablar en este tarde. Sino que hablare sobre el tema del Bautismo y la división entre Bautistas y Presbiterianos Reformados, por lo cual quisiera dirigirme tanto a Paidobautistas como Credobautistas.[2]

Entonces, ¿Los Bautistas no son reformados?

Cierto y falso. No todos los Bautistas son reformados, de hecho la mayoría no lo son, en el sentido católico e histórico del termino; de la misma manera que no todos los Presbiterianos son reformados, de hecho la mayoría no lo son, en el sentido católico e histórico del termino. No definiré aquí lo que considero las características de la teología reformada, pues ya lo he hecho en otro lugar, ver aquí, y aqui

Decir que los Bautistas no son reformados porque no bautizan niños, y que los Presbiterianos si lo son, es reduccionista (juzgar la validez del todo por una de las partes), e históricamente incorrecto.  El asunto del Bautismo es una consecuencia de la Teología del Pacto, e históricamente de la Doctrina de la Iglesia. He escrito sobre la Teología del Pacto, desde una postura presbiteriana, aquí. La postura Bautista sobre la Teología del Pacto no representa una teología del Pacto diferente, sino una variación a la misma, particularmente a la manera como el Pacto Mosaico y Nuevo Pacto se relacionan entre si con el Pacto de la Gracia.[3] La raíz de todo es un diferente entendimiento entre Bautistas y Presbiterianos de la manera como el Pacto Abrahamico, en el signo, sello y significante del mismo, se relacionan con el Nuevo Pacto.[4]

Es un error terrible, que parte de un espíritu divisivo y poco informado en la historia de la tradición reformada, decir que existen dos (o tres) tradiciones, una bautista y otra presbiteriana. Esto no es correcto. Pues, por un lado, existen más de dos variaciones, y por otro, estas posturas representan variaciones dentro de una sola tradición en lugar de dos o mas tradiciones reformadas diferentes. Vale la pena citar aquí a Richard Muller, quien ha escrito extensivamente sobre este punto:

Lo que estoy describiendo aquí en esta discusión sobre las sucesivas generaciones de Teólogos Reformados, y el crecimiento la Ortodoxia Reformada no es sino una sola Tradición Reformada, con variaciones, pero integrada a través de una serie de documentos confesionales muy uniformes en sus preocupaciones, pero al mismo tiempo bastante diversos en sus patrones de formulación; y no dos o mas tradiciones reformadas como algunas veces se ha mencionado. La identificación de una sola Tradición Reformada, aunque con variaciones dentro de la misma, en comparación de múltiples tradiciones diferentes entre sí, no es solamente un asunto de semántica. Es un punto metodológico mayor que influenciará toda la historiografía del movimiento de la Teología Reformada.[5]

Muller está en lo correcto. Existía una unidad, en medio de la diversidad dentro de la tradición reformada – congregacionalistas, episcolapianos y presbiterianos. De ninguna manera debemos pensar que una sola escuela de pensamiento de manera monolítica existía como la verdadera mientras que las demás eran consideradas falsas. Como lo menciona Willem J. van Asselt, “no había solamente una, sino varias variaciones dentro del pensamiento reformado, así como toda una serie de ‘Teologías Reformadas’, que surgieron en los siglos XVI y XVII. C.”[6]

¿Qué es realmente lo que se debatía? El Bautismo en el contexto de la Eclesiología.

Diré esto con suma cautela, pero teológica e históricamente, considero que muchos de los que el día de hoy se adhieren a la Confesión de Fe de Westminster, de acuerdo a los estándares confesionales del siglo XVII, su postura se acercaría mas a la Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689, que a la de Westminster. Mas aún, las posturas teológicas en relación a Iglesia y el Estado de quizá la mayoría de Presbiterianos en la actualidad hubieran sido considerados por sus pares del siglo XVII como Anabaptista e incompatible con los estándares de Westminster.[7] El tema del Bautismo debe entenderse dentro del contexto y como una consecuencia de la Eclesiología. Para esto debemos tener en cuenta algunos puntos históricos.

¿Cuál era el tema de división entre Bautistas y Presbiterianos en el siglo XVII?

Aunque esto venga como una sorpresa a muchos, el tema de división entre Presbiterianos y Bautistas en el siglo XVII no era el bautismo per se, sino la Doctrina de la Iglesia, y en particular la respuesta a la pregunta ¿Cuánta inherencia tiene el Estado para con la Iglesia?.[8] Por un lado, estaban aquellos que abogaban por una relación o jurisdicción del Estado dentro de la Iglesia, una modificación del Erastianismo del siglo XVI en la cual el gobierno ejerce autoridad por sobre la Iglesia, y por otro estaban aquellos que abogaban por una distinción y separación entre ambos.[9] Los Bautistas, a diferencia de los Anabaptistas, reconocían la legitimidad del Estado, sin embargo argumentaban que el Estado era una institución diferente e independiente a la de la Iglesia. Este tema era de tan vital importancia, el hecho de que era la Iglesia de manera independiente y no el Estado quien debía decidir en materias de adoración eclesiástica y disciplina, lo que llevo a muchos puritanos a iniciar la guerra civil inglesa.

Quizá la principal razón por la que la Confesión de Fe de Westminster no fue aceptada en Inglaterra después de su publicación en 1647 fue justamente este punto.[10] Durante la década siguiente un numero de puritanos, entre ellos John Owen, Richard Baxter, Thomas Goodwin, entre muchos otros, trabajaron incansablemente para producir una confesión de fe que en el mejor de los casos modificara la de Westminster, y en el peor de ellos la reemplazara, como ejemplo, “Las Humildes Proposiciones” (1652), “Los Instrumentos del Gobierno” (1653), “Las Humilde Petición y Consejo” (1657), y finalmente la mas importante y representativa de ellas “La Asamblea de Savoy” (1658).[11] Este fue el tema principal de investigación de John Owen, quien es considerado el padre del Independentismo Eclesiástico. En este sentido, la Confesión de Fe de Londres de 1689 fue primariamente una revisión a la Confesión de Fe de Westminster (CFW)) (1647), teniendo como base a). una re-estructuración de la Savoy (1658) redactada por John Owen y b). La primera confesión de Fe Bautista (1644 rev. 1646 – nótese que la misma fue publicada 3 años antes que la de Westminster), particularmente la revisión fue en este punto:

CFW XX.4: “Aquellos que bajo el pretexto de la libertad cristiana se opongan a cualquier poder legitimo… ya sea civil o eclesiástico, resisten a… Dios… Además los que publican tales opiniones, o mantienen tales practicas, puesto que son contrarias a la luz de la naturaleza, o los principios del cristianismo (ya sean tocantes a la fe; a la adoración o a la conducta)… deben ser legítimamente llamados a dar cuentas, y proceder contra ellos mediante la censura de la Iglesia y el mediante el poder del magistrado civil.”[12]

En otras palabras, los presidentes y alcaldes tienen el deber de llamar a cuentas a aquellos que son herejes, o poner en la cárcel a los adúlteros y homosexuales, no solo porque cometan un crimen civil, sino porque contradicen los principios mas básicos del cristianismo en la esfera religiosa. La Confesión de Fe de Londres de 1689 (CFL 1689), omite por completo este punto, y solamente incluye hasta el inciso tercero. Ver: CFL (1689): XXI. Sin embargo, el punto realmente de la discusión de fondo se encuentra en CFW XXIII.3, vale la pena citar todo el párrafo:

XXIII.3 El magistrado civil no debe arrogarse la administración de la Palabra y de los sacramentos, o el poder de las llaves del reino de los cielos. Sin embargo, tiene la autoridad, y es su deber, velar para que la unidad y la paz sean preservadas en la iglesia, para que la verdad de Dios se conserve pura y completa, para suprimir todas las herejías y blasfemias, para impedir o para reformar todas las corrupciones y abusos en la adoración y disciplina, y para que todas las ordenanzas de Dios sean debidamente establecidas, administradas y cumplidas. Para el mejor cumplimiento de todo lo anterior, el magistrado civil tiene el poder de convocar Sínodos, y estar presente en ellos, y asegurar que todo lo que en éstos se acuerde, esté conforme con la mente de Dios.

El ciudadano de la Iglesia es el ciudadano del Gobierno, siendo consecuencia de esto y marca externa el Bautismo. En caso de que no haya quedado claro, aunque la Iglesia y el Estado son diferentes, el Estado tiene autoridad sobre la Iglesia para preservar la pureza doctrinal, suprimir lo que el Estado considere herejías, convocar sínodos, tener inherencia en la disciplina de la Iglesia, etc., de acuerdo a este punto de la CFW. Una postura muy cercana a la Erastiana. Este era el punto por el que muchos puritanos, como Owen, Goodwin, Baxter, etc. promovieron otra Confesión de Fe (Savoy 1658), que eventualmente llegaría a ser la de Londres de 1689, la cual distingue claramente entre la independencia de la Iglesia y el Estado.[13] Ver CFL 1689: XXIV.3.

Virtualmente nadie entre los Presbiterianos actuales en Estados Unidos y Latinoamérica, con quizá la sola excepción de los Teonomistas (cuya postura presenta aun mas problemas de los que resuelve!), acepta estos puntos de la Confesión de Fe de Westminster. Fue este punto, y no el Bautismo de Infantes, o la relación entre los Pactos, lo que marco la diferencia principal entre Bautistas y Presbiterianos en el siglo XVII.

Yo no estoy de acuerdo con este punto en la Confesión de Fe de Westminster, sino que creo en la Independencia de la Iglesia y el Estado, por lo cual, si hubiera vivido a mediados del siglo XVII, creo que mi postura hubiera sido la de Owen, y preferir Londres 1689 (la misma que es casi igual a la de Savoy 1658, que fue redactada principalmente por Owen), que la de Westminster de 1647, aunque personalmente mi teología del Pacto se ajusta más a Westminster que a Londres 1689. Creo que este seria el caso con muchos Reformados el día de hoy.

Confesional Quatenus,versus Confesional Quia.

Entender los conceptos de «quatenus» y «quia» en relación a las confesiones de Fe y la formación de la Ortodoxia Reformada es clave para un estudio historiográfico correcto de la tradición reformada. Históricamente han existido dos tipos de subscripciones confesionales:

  1. Quatenus– La suscripción a una confesión de Fe en particular mientras y en los puntos en lo que esta refleje el contenido de la Escritura.
  2. Quia – La suscripción a una confesión de fe porque describe adecuadamente la enseñanza de la Escritura.

La mayoría de ministros e Iglesias en el siglo XVII seguían un tipo de suscripción confesional Quia.[14] Esto explica la proliferación de un numero de confesiones de fe hacia finales del siglo XVI y durante el XVII, pero también el hecho de que se consideraban parte de una sola tradición. Fue esta noción de suscripción lo que llevo a un grupo de ministros a revisar la Confesión de Fe de Westminster pocos años después de la publicación de la misma, resultando en la Confesión de Fe de Londres de 1689, y revisar el Catecismo de Heidelberg, resultado en el Catecismo Ortodoxo Bautista (1680), modificando y apropiándose así de lo mas vasto y selecto de la tradición reformada, siendo el punto de la Independencia de la Iglesia y el Estado (no el del modo o administración del Bautismo), el punto principal para las mismas.

Esto es diferente a la confesionalidad actual, la cual en su mayoría tiende a ser quatenus. Es esto lo que me llevo a decir al inicio de este ensayo que quizá si muchos de los Presbiterianos en la actualidad hubieran vivido en el siglo XVII no hubiera firmado Westminster, sino quizá Savoy o 1689.

Objeciones:

  1. Ninguna “Confesión de Fe” antes de 1689 es Credo Bautista.

Falso. La Primera Confesión de Fe Bautista (1644) precede cronológicamente a Westminster (1647). El argumento es un oxímoron, una contradicción en si mismo, pues al ser un argumento reduccionista el mismo se podría usar contra los que proponen dicha objeción – i.e. “Ninguna confesión antes de Westminster menciona la Doble Imputación de Justicia Penal, Vicaria y Substitutiva de Cristo (CFW XI.1)”, etc. Siguiendo ese argumento cada confesión de Fe seria invalida pues añade algo diferente a la anterior. Falacia tautológica. Oxinomoron. Cum hoc ergo propter hoc!

  1. La tradición de la Iglesia esta mayoritariamente en contra del Credo Bautismo.

Cierto; pero de la misma manera lo esta en contra del Independentismo Eclesiástico y del Presbiterianismo. Sin embargo, particularmente en los Padres Apostólicos (una era antes de los Padres de la Iglesia), la evidencia del catecumenado sugiere, en el mejor de los casos una controversia en este punto. Mas aun, las confesiones de Fe Protestantes argumentan por Sola Scriptura, en oposición a Nuda Scriptura o Prima Scriptura. Es decir, el hecho de que en general la tradición no sea credobautista, no significa (debido al hecho que no contradice ninguno de los cinco concilios ecuménicos), que sea una contradicción en si misma.

Conclusión.

Si medimos con la misma vara con la que algunos miden la conformidad a la tradición reformada de los Bautistas, es decir una confesionalidad quia, entonces ellos mismos no serian reformados bajo esta categoría. “Los Bautistas no son Reformados porque no se conforman completamente a la Confesión de Fe de Westminster”, o “solo los que cantan salmos son reformados”, o “los que creen en Universalismo Hipotético (John Davenat, etc) de la Redención Particular están fuera de los estándares de Dorth”[15]. Si, claro, si fuera así entonces tampoco John Owen, John Bunyan, John Davenant, etc. fueron reformados. Absurdo, argumentum ad baculum! Quizá el orgullo y desconocimiento actual de muchos “reformados” latinos les lleva a hacer tales afirmaciones.[16] Quizá no hay una evidencia mas clara de que alguien no es reformado que decir que alguien no es reformado solo porque no se conforma en cada punto doctrinal que no sea cardinal teológica e históricamente – aquellos que queman puentes en lugar de construirlos. Espero en el Señor que esto cambie por el bien y beneficio de Su Iglesia.

Daniel Caballero.

Más artículos del autor aqui.

Más artículos sobre el tema, aqui. 

Notas:

[1]R. Scott Clark, Recovering the Reformed Confession: Our theology, piety, and practice(Phillipsburg, NJ: P&R, 2008), p. 4.

[2]Creo también que el nombre “Bautista Reformado”, no ayuda, y es histórica incorrecto. Creo que un mejor nombre seria “Bautista Confesional”, lo mismo para los Presbiterianos, pues si el problema con la mayoría de los primeros es el Arminianismo, con los segundos es el Liberalismo teológico dentro de sus denominaciones. El nombre Presbiteriano o Reformado no significa casi nada después del nacimiento de la Neo-Ortodoxia Barthiana. Invito pues, tanto a Bautistas como Presbiterianos a usar el adjetivo “Confesional” para describirse a si mismos.

[3]Para mas detalles sobre la relación entre el Pacto Mosaico y el Nuevo Pacto en relación al pacto de la gracia, ver: Jaime D. Caballero, “El Pacto Mosaico y el Pacto de la Gracia”, en John Owen y el Puritanismo Ingles, vol. 2: Historia y Teología (Lima, Perú: Teología para Vivir, 2019), 151-194. Puede adquirirlo aqui.

[4]Sobre este punto puede ver el debate entre David Gibson (Presbiteriano) y Martin Salter (Bautista). Ambos han escrito una serie de ensayos académicos respondiéndose el uno al otro, estructurando y clarificando ambas posturas sobre este punto. Ver, por ejemplo: David Gibson, “‘Fathers of Faith, My Fathers Now!’: On Abraham, Covenant, and the Theology of Paedobaptism,” Themelios 40, no. 1 (2015): 14–34; y tambien: Martin Salter, “The Abrahamic Covenant in Reformed Baptist Perspective,” Themelios 40, no. 1 (2015): 35–49.

[5]Richard A. Muller, After Calvin: Studies in the Development of a Theological Tradition (New York: Oxford University Press, 2003), 7-8.

[6]Willem J. van Asselt, “Calvinism as a problematic concept in historiography,” International Journal of Philosophy and Theology, 74:2 (2013), pp. 147.

[7]La tarea de reconstruir el significado del termino “Reformado”, no es sencilla, debido a las múltiples historiografías (maneras de leer y hacer historia), que existen en relación a este. Es por esto que todo esfuerzo será parcial, y condicionado. Ver: Willem J. van Asselt, “Calvinism as a problematic concept in historiography,” International Journal of Philosophy and Theology, 74:2 (2013), pp. 144–150.

[8]Para mas detalles sobre este tema, ver: James Dolezal, “Principios Teológicos para la Independencia de la Iglesia y el Estado”, en John Owen y el Puritanismo Ingles, vol. 2: Historia y Teología (Lima, Perú: Teología para Vivir, 2019), 275-298. Puede adquirirlo aqui. 

[9]Otro punto importante es que el termino o la denominación “Bautista”, no se comenzó a usar en Inglaterra sino hasta después del edicto de Tolerancia de 1689, el mismo que precedió a la publicación de la Confesión de Fe Bautista. Por lo cual es anacronista hablar de “Bautistas”, como una tradición diferente a la de Westminster (1647), sino a una variación dentro de la misma.

[10]La razón de la porque la Confesión de Fe de Westminster fue aprobada en este punto también fue pragmática, es decir, la necesidad del apoyo del ejercito presbiteriano Escoces en apoyo al partido Republicado Ingles liderado por Oliver Cromwell para derrotar a la Monarquía.

[11]Para mas sobre este tema, véase el excelente ensayo escrito por Ryan Kelly. Ver aquí: Ryan Kelly, “Reformed or Reforming? John Owen and the Complexity of Theological Codification for Mid-Seventeenth-Century England”, en The Asghate Research Companion to John Owen’s Theology, ed. Kelly Kapic y Mark Jones (Surrey, England: Ashgate, 2015), 3-31.

[12]Si bien es cierto el trasfondo de este punto es la controversia Laudiana (William Laud), y el asunto de propiedad privada en relación con los antinomianistas, esto no quita el hecho de que este ítem sea parte de la confesión, sino que solamente explica la razón del mismo. Ver: Robert Letham, The Westminster Assembly: Reading its Theology in Historical Context (Phillipsburg, NJ: P&R, 2009), 299.

[13]La razón por la cual Savoy no pudo ser inmediatamente implementada fue en parte por la persecución que la Iglesia sufrió. La misma no fue republicada con revisiones, teniendo en cuenta la primera confesión Bautista, sino hasta después del edicto de Tolerancia de 1689, dando como consecuencia la segunda confesión de Fe Bautista, mas conocida como La Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689.

[14]R. Scott Clark, Recovering the Reformed Confession: Our theology, piety, and practice(Phillipsburg, NJ: P&R, 2008), p. 163.

[15]Esto fue afirmado por Scott Clark. El Dr. Clark es un excelente teólogo presbiteriano. Me parece que quizá en su afán de salvaguardar la integridad de la teología reformada a veces ha enfatizado mucho lo opuesto, es decir, quienes estan fuera o no se podrían considerar reformados. La respuesta a esta pregunta no es tan simple como a simple vista podría parecer.

[16]No es que antes de ser “reformados”, dichas personas no eran divisivas y orgullosas. Sino que siempre lo fueron, solamente que ahora lo hacen desde una postura reformada, mientras que antes lo hacían desde una postura Pentecostal, o cualquier otra.

Daniel Caballero

Acerca del autor:
Daniel Caballero nació en Lima, Perú. BSc. Universidad Nacional Agraria La Molina. BA, Seminario Teológico Bautista (Lima); Postgrado en Teología, The London Theological Seminary (Londres), ThM-Teologia Histórica., Westminster Theological Seminary (PA-USA). Esta por iniciar estudios doctorales en Inglaterra sobre Historia de la Reforma (siglo XVI) y Post-Reforma (siglo XVII). Especialización en John Owen y Puritanismo ingles. Daniel ha escrito numerosos artículos sobre puritanismo, teología bíblica y cultura. Su campo de especialización es en estudios de la Reforma y Post-Reforma (Puritanismo). Ha vivido por casi diez años en Inglaterra, donde tuvo la oportunidad de profundizar estudios Teológicos. Es misionero enviado de Inglaterra para el servicio en desarrollo de educación teológica en Perú. Actualmente vive en Cork, Irlanda, donde sirve en ministerio pastoral. Esta casado con Ellie.

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