03-Pre-Reforma s.XIV-XV

PRD-Introduccion a la Doctrina de las Escrituras en la Reforma, por Daniel Caballero.

Han pasado casi cinco años desde que comencé a estudiar las obras de Richard Muller. En aquel entonces me propuse leer y hacer un resumen en español para uso personal de su Post-Reformation Dogmatics, publicada en cuatro volúmenes. Me ha
tomado cientos de horas hacerlo, y aunque aun estoy muy lejos de terminar- solo he terminado dos volúmenes- creo que quizá otros se podrían beneficiar del mismo.
muller

 A partir del día de hoy, y espero cada semana, ire colgando en este blog, resúmenes y adaptaciones hechas por mi mismo de la totalidad de los libros en forma de artículos sobre esta obra monumental que quizá nunca llegue a estar disponible en español, pero que sin embargo, es el estándar en Teología Histórica de la Reforma y Post-Reforma Protestante a nivel mundial. Aunque el autor es Richard Muller, hay suficiente de mi, aclarando conceptos, traduciendo expresiones, no solo del ingles, sino también del latin, que humildemente también pongo mi nombre como autor, o mejor dicho, traductor/adaptador de los mismos. Creo que serán entre 40 a 50 artículos de cada volumen, al ser 4 volúmenes, creo que serán entre 160 a 200 artículos en total en los siguientes años que cubrirán la totalidad de la Teología Histórica de la Era de la Reforma y Post-Reforma Protestante. Que el Señor bendiga a Su Pueblo.

Richard A. Muller, Post-Reformation Reformed Dogmatics: The Rise and Development of Reformed Orthodoxy;  Volume 2: The Cognitive Foundation of Theology, 2nd ed. (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003), 15-29.

Evolución de la Erudición y perspectivas en la Historia de la Doctrina de las Escrituras desde los comienzos del Escolasticismo hasta justo antes de la Reforma Protestante.

Para ver el articulo siguiente, aquí.

Lamentablemente, no solamente en la actualidad, sino también a lo largo de la historia, ha habido la tendencia de reconstruir a los Reformadores en nuestra propia imagen a fin de probar la Ortodoxia de un grupo o denominación en particular. Sin embargo, La mejor manera de entender la teología de los Reformadores no es ir con una agenda para tratar de probar nuestra ortodoxia a la luz de sus enseñanzas, o la superioridad de una escuela teología, sino más bien dejándolos que hablen en su propio contexto. 

¿Cuál es el problema que enfrentamos al momento de estudiar la historia de la Doctrina de las Escrituras?

Parte del problema al momento de estudiar el desarrollo de la Doctrina de las Escrituras es que el estudio de las mismas no fue un campo independiente de estudio, es decir una sección de Teología Sistemática o lo que el día de hoy llamamos Bibliología, sino hasta mediados del siglo dieciséis, y aun entonces permaneció muy cercanamente ligado al locus del cual se había originado, es decir como una parte del prolegómeno al estudio de la Teología Sistemática. Esto se dio en parte, debido a que la formulación de una Doctrina de la Escritura asume una distinción entre la Escritura como la fuente de Doctrina y como resultado de la misma, una distinción que demoro siglos en desarrollarse. Es decir, que durante muchos siglos no se desarrollaba una Doctrina sobre las Escrituras, sino que bien se concebían a las Escrituras como la fuente de la Doctrina.

La Doctrina de las Escrituras y su relación con la reforma, es quizá la doctrina que más se ha estudiado por su importancia para el protestantismo. Sin embargo, no existe un consenso entre teólogos acerca de la construcción de esta doctrina en la teología del siglo XVII. La relación entre la Doctrina Protestante de la Escritura y su relación con el desarrollo del movimiento de la Reforma a la Post-Reforma ha recibido más atención que cualquier otro asunto teológico en historia temprana del protestantismo, indudablemente porque la caracterización del Protestantismo como una religión que apela a la autoridad de las Escrituras.

¿De qué manera los prejuicios teológicos han afectado el estudio del desarrollo de la Doctrina de las Escrituras?

Sin embargo, mucha de la discusión del tema se ha hecho con muchos prejuicios, y con la intención especifica de justificar una u otra forma postura de las Escrituras ya sea en el siglo XIX o XX entre diferentes grupos, tanto entre evangélicos como entre no evangélicos. A la luz de esto, es claro que la manera como debemos estudiar el progreso del desarrollo de la Ortodoxia Protestante debe ser a la luz de su trasfondo teológico, tanto medieval como reformado, y a la luz de un espectro de continuidad y discontinuidad entre los mismos. Es decir, no debe caerse en el error de pensar que la Doctrina de las Escrituras de los Reformadores era radicalmente diferente de la era Medieval, pero tampoco lo contrario. Sino más bien entendimiento tanto la continuidad como la discontinuidad entre los mismos. Debe mencionarse también que la Escritura, aunque entendida de diferentes maneras, ha sido la base de la Doctrina Cristiana de la Iglesia a lo largo de los siglos. Hay dos extremos que debemos evitar en la formulación de una teología de siglo de la post-reforma del siglo XVII, y es que esta es puramente una continuación de la Teología de la Reforma del siglo XVI, así también debemos evitar caer en el error de que no existe una continuidad entre estas. Ambos modelos, completa continuidad y completa discontinuidad son simplistas y erróneos. Debe enfatizarse tanto la continuidad como la discontinuidad entre la Teología producida en la época de la Reforma Protestante del siglo XVI, así como las formulaciones teológicas de la era de la Post-Reforma Protestante del siglo XVII.

¿De qué manera se relaciona la Doctrina de las Escrituras de los Reformadores con aquella producida por los padres de la Iglesia?

La creencia generalizada en la historia de la Iglesia, desde los padres de la Iglesia, ha sido reconocer a las Escrituras como la base y fundamento de todo pensamiento teológico. Sin embargo, también es cierto que la doctrina de las Escrituras no recibe un tratamiento extensivo por los padres. Es decir, que si bien es cierto los padres de la Iglesia asumían la Autoridad de las Escrituras, apelando a su inspiración, no existe un desarrollo teológico de la Doctrina de las Escrituras como un corpus o locus en sí mismo como tal entre los mismos, sino solamente discusiones ocasionales sobre algunos principios de la interpretación de la misma.

Sin embargo, aunque los mismos tenían una alta opinión de las Escrituras, lo cual se muestra claramente en todos sus esfuerzos, el desarrollo especifico de una Doctrina de las Escrituras, o por ejemplo una forma de discusión previa sobre la Doctrina en su forma de Prolegómeno, pertenece a la era de la Alta Escolástica de la Era Medieval, de la Reforma y la Post-Reforma Protestante, y no específicamente a la era Patrística.[1]

No fue sino hasta la era de la Reforma, con su pronunciamiento de ‘Sola Escritura’, como la base de la elaboración teológica lo que produjo el tratamiento de las Escrituras como un cuerpo de doctrina (locus) en sí mismo. Es decir, la doctrina conocida como Bibliología había nacido. Sin embargo, el problema en la era de la Post-Reforma es exactamente el opuesto al de la Reforma. Esto debido a que mientras que no existe una definición exacta dada por los Reformadores de esta Doctrina, existe un gran material desarrollado en la era de la Post-Reforma, con estilos diferentes y énfasis diferentes, lo cual acentúa aún más las dificultades para hacer un estudio comparativo de continuidad-discontinuidad entre la era de la Reforma y la Post-Reforma.

¿Cómo se ha desarrollado el estudio del desarrollo de la Doctrina de las Escrituras en las últimas décadas?

El estudio del desarrollo de la Doctrina de la Escritura durante la época medieval tardía, Reforma y Post-Reforma, no ha sido muy estudiada en décadas recientes, salvo quizá con la excepción del libro del desarrollo de la Historia de la Doctrina de las Escrituras en Ingles, ‘The Christian Tradition’, por Jaroslav Pelikan. [2] Ha habido, por supuesto muchos ensayos y libros cubriendo aspectos específicos de ciertas épocas históricas en relación a las Escrituras, así como los cambios en la interpretación de las mismas en décadas recientes, sin embargo, todos ellos caen en el campo de estudios sistemáticos de doctrina, en lugar de históricos, y casi siempre la reconstrucción del pasado de los mismos se hace desde un punto de vista del presente en lugar de tratar de entenderlo en su propio contexto. [3]

Por otro lado, también ha habido estudios cubriendo la totalidad de la historia de interpretación de la Biblia a lo largo de la era cristiana. Dichos estudios, aunque no son específicos de la era medieval tardía, Reforma y Post-Reforma, son de mucha utilidad para entender el contexto de los siglos XVI y XVII. [4]

¿Cuál es la importancia de tener un correcto entendimiento del desarrollo de la Doctrina de las Escrituras?

Sin embargo, la importancia de un correcto entendimiento de la Doctrina de las Escrituras es que de acuerdo a nuestro entendimiento de la naturaleza y autoridad de las Escrituras va a ser nuestro entendimiento de la hermenéutica y métodos a seguir en la exegesis de la interpretación de la misma. Nuestro entendimiento de lo que son las Escrituras y la manera como deben interpretarse están intrínsecamente ligados. Por lo cual, el estudio de la historia del desarrollo de la interpretación bíblica nos dice mucho sobre la historia del desarrollo del entendimiento de las Escrituras. Es decir, que dos concepciones diferentes de las Escrituras inevitablemente llevaras a dos métodos de interpretación diferentes. Nuestra Hermenéutica es consecuencia de nuestra Bibliología. Lo que pensemos que las Escrituras son determinara la manera como creemos que deben ser interpretadas, y la manera como interpretamos las Escrituras inevitablemente se verá reflejada en nuestras construcciones teológicas. Es por esto que yo (Daniel Caballero), considero que lo que yace en la diferencia entre diferentes sistemas teológicos de interpretación (i.e. Dispensacionalismo, Teología del Pacto, Barthianismo, etc.) no es puramente exegetico, sino que mas bien el asunto de fondo es un diferente entendimiento de lo que las Escrituras son si mismas (Su Propósito, Tema y Personaje Principal, etc). Es decir que la diferencia entre las mismas aunque aparenta ser Hermenéutica, es en realidad Bibliologica.

Conclusión.

El problema con la Doctrina de las Escrituras en la era de la Reforma no era tanto una redefinición sobre la Inspiración o autoridad de las Escrituras, sino más bien como se desarrollaría está en un contexto de exegesis y hermenéutica diferentes. Es decir, que el asunto de fondo no era tanto que los Reformadores consideraran las Escrituras como autoritativas y la los Teólogos Medievales no, sino que más bien la diferencia radicaba en la manera como la Doctrina se construía a partir de la mismas. Es decir que el cambio no fue tanto en su punto de origen, por decirlo así, sino en la manera como llegar a su destino, esto es la construcción teológica. Una metodología diferente produce conclusiones diferentes. Es justamente en relación a la metodología, o hermenéutica, a seguir en la construcción teológica de las Reformadores que hablaremos en un próximo artículo.

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Acerca del autor(es):

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Richard Muller, nació en los Estados Unidos. BA, Historia (Queens College), M.Div. (Union Theological Seminary), Ph.D. en Estudios de la Reforma (Duke University), Estudios Post-Doctorales (Utrecht University). Fue profesor en el Seminario Teologicode Fuller entre 1980-1992. Ha sido editor de numerosas revistas de teología e historia, y actualmente sirve como Profesor de Teología Histórica en Calvin Theological Seminary. Muller ha estado envuelto en la investigación teológica y el estudio del desarrollo de la Teología de la Reforma y Post-Reforma durante toda su vida, y es considerado como la autoridad mas representativa en la actualidad en temas de la Teología de la Reforma y Post-Reforma Protestante. Muller ha escrito muchos libros y ensayos, siendo su Opus Magnun su libro «Dogmática de la Reforma y Post-Reforma: El Comienzo y Desarrollo de la Ortodoxia Reformada, 1520-1725» (4 Volúmenes), entre sus muchos libros también se encuentran: «Cristo y el Decreto: Cristologia y Predestinacion en la Teología Reformada desde Calvino hasta Perkins» (1986, 2008); «Calvino sin acomodos: Estudios en la formación de una Tradición Teologica»,  (2000); «Dios, Creación y la Providencia, en la Teología de Jacobo Arminio», (1991); «Calvino y la Tradición Reformada», (2012); «Voluntad Divina y Elección Humana: Libertad, Contingencia, y Necesidad en la era temprana moderna de la Teología Reformada» (2017), etc.

Daniel Caballero

Daniel Caballero nació en Lima, Perú. BSc. Universidad Nacional Agraria La Molina. BA, Seminario Teológico Bautista (Lima); Postgrado en Teología, The London Theological Seminary (Londres), ThM-Teologia Histórica., Westminster Theological Seminary (PA-USA). Esta por iniciar estudios doctorales en Inglaterra sobre Historia de la Reforma (siglo XVI) y Post-Reforma (siglo XVII). Especialización en John Owen y Puritanismo ingles. Daniel ha escrito numerosos artículos sobre puritanismo, teología bíblica y cultura. Su campo de especialización es en estudios de la Reforma y Post-Reforma (Puritanismo). Ha vivido por casi siete años en Inglaterra, donde tuvo la oportunidad de profundizar estudios Teológicos. Es misionero enviado de Inglaterra para el servicio en desarrollo de educación teológica en Perú. Actualmente vive en Lima, Peru. Tiene experiencia desde muy joven en educación teológica.

Notas: 

[1] Herman Sasse, “The Rise of the Dogma of Holy Scripture in the Middle Ages,” in The Reformed Theological Review, 18/2 (June 1959), pp. 45–54.

[2] Jaroslav Pelikan, The Christian Tradition: A History of the Development of Doctrine, 5 vols. (Chicago: University of Chicago Press, 1971–1989), vol. 4, pp. 336–350.

[3] Robert Preus, “The View of the Bible Held by the Church: the Early Church through Luther,” and John Gerstner, “The View of the Bible Held by the Church: Calvin and the Westminster Divines,” in Inerrancy, ed. Norman L. Geisler (Grand Rapids: Zondervan, 1979), pp. 357–82, 385–410 with Jack B. Rogers and Donald K. McKim, The Authority and Interpretation of the Bible: an Historical Approach (San Francisco: Harper and Row, 1979); and note John D. Woodbridge, Biblical Authority: a Critique of the Rogers/McKim Proposal (Grand Rapids: Zondervan, 1982).

[4] The Cambridge History of the Bible, 3 vols., edited by P. R. Ackroyd and C. F. Evans [I], G. W. H. Lampe [II], and S. L. Greenslade [III] (Cambridge: Cambridge University Press, 1963–70), hereinafter CHB I, II, or III.

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