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El Espíritu Santo y el Ministerio Pastoral, por Joel Beeke

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Dependencia del Espíritu Santo.

Los puritanos nos muestran nuestra profunda dependencia del Santo Espíritu en todo lo que dijeron e hicieron. Ellos sentían profundamente su inhabilidad de llevar cualquier persona a Cristo y de la magnitud de la conversión. “Dios nunca puso sobre ti el convertir a aquellos que te son enviados. No; tu deber es proclamar el evangelio”, decía William Gurnall a los ministros.51 Y Richard Baxter escribió:

“La conversión es una clase de trabajo del cual la mayoría no son conscientes. No es un asunto fácil e insignificante el traer mentes terrenales al cielo y mostrar al hombre las excelencias afables de Dios, ser lleno de tal amor por Él que no puede ser saciado; hacer que huya buscando refugio en Cristo y adoptarlo agradecidamente como la vida de su alma; hacer que el flujo y las curvas de su vida cambien tanto que un hombre renuncie a aquello que creía que era su felicidad, y que ponga su felicidad donde nunca antes la había puesto.”52

La obra de Evangelización depende del Espíritu.

Los puritanos estaban convencidos de que tanto el predicador como los oyentes son totalmente dependientes de la obra del Espíritu para efectuar la regeneración y la conversión cuando, cómo y en quien Él quiera.53El Espíritu lleva la presencia de Dios a los corazones humanos. Él persuade a los pecadores a buscar la salvación, renueva voluntades corruptas y arraiga verdades Escriturales en corazones de piedra. Como Thomas Watson escribió, “Los ministros llaman a las puertas de los corazones de los hombres, el Espíritu llega con la llave y abre la puerta.”54Y Joseph Alleine dijo:

“Nunca pienses que puedes convertirte a ti mismo. Si alguna vez fueras convertido, debes abandonar el intento de hacerlo por tu propia fuerza. Es una resurrección de los muertos (Efesios 2:1), una nueva creación (Gálatas 6:15; Efesios 2:10), una obra de omnipotencia absoluta (Efesios 1:19).”55

Timoteo, especialmente como ministro joven, necesitas ser persuadido de que la acción regeneradora del Espíritu es, como John Owen escribió, “infalible, victoriosa, irresistible, y siempre eficaz”; “elimina todos los obstáculos, vence todas las oposiciones, y de manera infalible produce el efecto previsto.”56

La manipulación psicológica y de marketing es contraria al obrar del Espíritu.

Todos los demás métodos de acción que implican otra doctrina no son bíblicos. Packer escribe: “Deben evitarse todos los recursos que ejerzan presión psicológica a fin de precipitar “decisiones”, porque en realidad son intentos presuntuosos para inmiscuirse en el terreno del Espíritu Santo.” Tales presiones pueden ser incluso dañinas, Packer continúa diciendo, porque mientras que parezcan “producir la forma externa de una ‘decisión’, no pueden producir la regeneración y al cambio de corazón, y cuando las ‘decisiones’ se desvanecen, aquellos que las profesaron se encontrarán endurecidos por el evangelio y contrariados.” Packer concluye en con un toque puritano:

“El evangelismo debería más bien ser concebido como una empresa a largo plazo de enseñanza e instrucción pacientes, en la cual los siervos de Dios buscan sencillamente ser fieles en la presentación del mensaje del evangelio y en su aplicación en las vidas de los hombres, y dejar al Espíritu de Dios que atraiga a los hombres a la fe a través de este mensaje a Su manera y a Su tiempo.”57

Recuerda, Timoteo, el Espíritu Santo debe bendecir y también bendecirá la predicación fiel tanto para la conversión de los no creyentes como para el crecimiento en la gracia de los creyentes. Anímate. La Palabra de Dios cumplirá su propósito por Su Espíritu (Isaías 55:10–11; Juan 3:8). El Catecismo Mayor de Westminster, en la pregunta 155, dice que el Espíritu de Dios hace “especialmente de la predicación de ella (la Palabra), un medio eficaz para iluminar, convencer y humillar a los pecadores, sacándolos de sí mismos y conduciéndolos a Cristo, conformándolos a su imagen y subyugándolos a su voluntad; fortaleciéndolos contra las tentaciones y corrupciones, edificándolos en su gracia y afirmando el corazón de ellos en santidad y consuelo por medio de la fe para salvación.”

Pastores, somos ciudadanos de dos reinos.

Los puritanos nos enseñan como vivir desde un punto de vista de los dos mundos. El Descanso Eterno de los Santosde Richard Baxter es una muestra maravillosa del poder que la esperanza del cielo debe tener en la dirección, el control y ánimo de tu vida aquí en la tierra. Aunque consta de más de 800 páginas, este clásico se convirtió en lectura de devocional familiar en las casas puritanas, superado únicamente por El Progreso del Peregrinode John Bunyan, que es, por cierto, una prueba alegórica de este punto. El peregrino de Bunyan va de camino a la Ciudad Celestial, es la meta que siempre tiene en mente, excepto cuando es traicionado por un tipo de malestar espiritual.

Los puritanos creían en que debemos tener el cielo “en vista” durante todo nuestro peregrinaje terrenal. Se tomaban muy en serio la dinámica de los dos mundos, ahora/todavía no, del Nuevo Testamento, haciendo énfasis en que mantener la “esperanza de la gloria” en nuestras mentes ayuda a guiar y a mantener nuestras vidas derechas aquí en la tierra. Para los puritanos vivir en la luz de la eternidad a menudo exigía la negación radical de uno mismo. Timoteo, resiste a convertirte en un ministro espiritualmente negligente que se busca a sí mismo, y en su lugar, niégate a satisfacer cualquier cosa por la que no puedas orar o seguir en luz del inmenso valor de la eternidad. Como los puritanos, vive en cuanto a los juicios establecidos que el gozo del cielo compensará, las pérdidas y las cruces, las tensiones y los dolores que debemos soportar en la tierra si seguimos a Cristo fielmente. Considera la disposición a morir como el primer paso para aprender a vivir. Piensa en esta tierra como en el vestidor y el gimnasio que te preparan para el cielo.

Vive con los ojos puestos en la eternidad.

Cuando visité la iglesia de Robert Murray M’Cheyne en Dundee hace unos años, me di cuenta de que había una gran piedra plana, de aprox. 20 x 20 centímetros, colocada a la entrada del cementerio adjunto de la iglesia. Me puse a cuatro patas para limpiar el polvo y la suciedad que nublaba una sola palabra gravada en el centro de la piedra. Con el dedo trace esa palabra: “Eternidad” es todo lo que ponía. No tengo duda alguna de que M’Cheyne, impregnado del espíritu puritano, la colocó ahí, para que nadie visite ese cementerio sin meditar en la realidad solemne de su estado futuro.

Cuando Jonathan Edwards tenía trece años escribió en su diario, “Dios, acuña la eternidad en mis ojos.” Querido Timoteo, hazla tu oración diaria: “Oh Dios Trino, acuña la eternidad en mis ojos, mi conciencia, mi alma, mis manos y mis pies, mi familia y la adoración publica, sí, todo mi ser y ministerio – cada sermón que predico, cada clase que enseño, cada visita pastoral que hago y cada artículo que escribo. Ayúdame a predicar como un hombre moribundo a gente moribunda. Ayúdame a vivir siempre en el filo de la eternidad – con pies calzados, lomos ceñidos y el cayado listo – preparado a encontrarme con el Dios Viviente cada día.”

Conclusión: Emular la Espiritulidad Puritana

Hay mucho más que aprender de los puritanos, Timoteo – cómo promovieron la autoridad de la Escritura, el evangelismo bíblico, la reforma de la iglesia, la espiritualidad de la ley, la guerra espiritual contra el pecado que reside en nosotros, el temor filial de Dios, el horror del infierno y las glorias del cielo – pero esta carta ya es demasiado larga. En una palabra, Timoteo, te aconsejo, como me aconsejo a mi mismo: que emules la espiritualidad puritana. Hagámonos preguntas como estas: ¿Estamos nosotros sedientos, como los puritanos, por glorificar al Dios Trino? ¿Somos motivados por la verdad bíblica y el fuego bíblico? ¿Compartimos la visión de los puritanos en cuanto a la vital necesidad de la conversión y de ser vestidos de la rectitud de Cristo? No es suficiente el leer simplemente a los puritanos. Un movimiento de interés en los puritanos no es lo mismo que un reavivamiento del puritanismo. Necesitamos la disposición interna de los puritanos – la piedad inteligente, bíblica y auténtica que mostraron, en nuestros corazones, vidas e iglesias.

Permíteme desafiarte Timoteo. ¿Vivirás piadosamente en Jesucristo como los puritanos? ¿Irás más allá de leer sus escritos, debatir sus ideas, recordar sus logros y reprender sus errores? ¿Practicarás el grado de obediencia a la Palabra de Dios por el que ellos se esforzaron? ¿Servirás a Dios como ellos le sirvieron? ¿Vivirás con tus ojos en la eternidad como ellos lo hicieron? “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma”(Jeremías 6:16).

Afectuosamente, en las cadenas del Señor,

Joel R. Beeke

Adaptado de: Joel Beeke, “Aprende de Los Puritanos I,” en Querido Timoteo: Cartas Sobre El Ministerio Pastoral, ed. Thomas K. Ascol (Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia, 2011), 159-163.

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Sobre el autor:

joel-beeke_profile-369x424-c-defaultJoel Beeke (1952-), realizo estudios en Western Michigan University(BA), Thomas Edison College, Netherlands Reformed Theological School, Westminster Theological Seminary(PhD). Joel Beeke es pastor en la Iglesia ‘Congregacion Reformada Heritage Netherlands’ en Michigan (US), y presidente del Seminario Teologico Reformado Puritano, donde es profesor de Teologia Sistematica y Homiletica. Es también editor de ‘Puritan Reformed Journal’, y ha escrito y editado alrededor de ochenta libros y escrito mas de 2500 articulos  academicos en libros, enciclopedias, revistas teologicas, etc. Esta casado con Mary, y tiene tres hijos: Calvin, Esther and Lydia. Joel Beeke es uno de los representas de la Teologia Reformada mas conocido a nivel mundial. Entre sus publicaciones es español tenemos “La espiritualidad puritana y reformada: Un estudio teológico y práctico tomado de nuestra herencia puritana y reformada.”(2008); “La lucha contra Satanas: Conociendo al enemigo sus debilidades, estrategias, y derrota.” (2008), etc.

Notas:

51William Gurnall, El Cristiano con la Armadura Completa(1662; reimpresión, Londres: Banner of Truth Trust, 1964), 574 (segunda paginación).

52Cf. El Pastor Reformadode Richard Baxter, abreviado (1862; reimpresión, Londres: Banner of Truth Trust, 1974), 94–96, 114–16.

53Packer, En Búsqueda de la Piedad, 296–99.

54Las Obras Selectas del Reverendo Thomas Watson(Nueva York: Robert Carter & Brothers, 1856), 154.

55Joseph Alleine, Alarma Para los No Convertidos(Charlestown: Samuel Etheridge, 1807), 29–30.

56Obras de John Owen(1850; reimpresión, Edimburgo: Banner of Truth Trust, 1976), 3:317-ss.

57Packer, En Búsqueda de la Piedad,163–64.

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