Cara, Robert

N.T Wright, y la Nueva Perspectiva sobre Pablo, por Robert Cara

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Este articulo ha sido adaptado de: Robert Cara, “Destruyendo el fundamento de la Nueva Perspectiva sobre Pablo: Nomismo pactual versus la Teologia Pactual Reformada”, ed. Matthew Barrett & J.V. Fesko (Lima, Peru: Teologia para Vivir, 2020), 221-230.

Recuerdo la primera vez que vi el libro de Sanders, “Pablo y el judaísmo palestino”. Yo era un estudiante de doctorado en enero de 1990. El libro lo llevaba otro estudiante de doctorado. Había oído hablar del libro, pero sabía poco sobre este. En ese momento, el estudiante solo había leído unos pocos capítulos del libro de Sanders y me estaba dando su comprensión de Sanders. Mientras el otro estudiante estaba en medio de explicarme la tesis del nomismo pactual de Sanders, nos dimos cuenta de que si lo que Sanders dice es cierto, entonces los aspectos principales de la perspectiva protestante tradicional de la justificación podrían estar equivocados. 

       Esto tuvo un impacto significativo en mí —como se puede ver al recordar esta conversación. Por supuesto, Sanders y otros ya habían hecho esa conexión, pero yo no estaba al tanto de ella. Mi preocupación entonces y ahora no ha cambiado. En un sentido real, este libro «Destruyendo el fundamento de la Nueva Perspectiva», es la culminación de esa conversación inicial.

I. Introducción y sintesis

El propósito de este capítulo es simplemente reunir mis resúmenes y conclusiones de los otros capítulos y tenerlos en un lugar conveniente. Estas lineas son solo una sintesis de lo que se ha explicado en los capitulos anteriores del libro con un mayor detalle. 

En resumen, como se ha visto con gran detalle en los capítulos anteriores, la Nueva Perspectiva sobre Pablo cree que la perspectiva tradicional protestante de la justificación es errónea, o que en el mejor de los casos necesita serias modificaciones. 

El fundamento de este punto de vista de la Nueva Perspectiva sobre Pablo es el nomismo pactual de Sanders: El Judaísmo del Segundo Templo (515 a.C al 70 d.C.) tiene una soteriología uniforme que no incluye las obras-justicia, es decir el sentido una justificación por obras. El nomismo pactual es un sistema soteriológico tal que “entrar en” el pacto (ser salvos) es por gracia/elección, y “permanecer en” (permanecer salvo) es por obediencia a la ley junto con la expiación/arrepentimiento. Para enfatizar, desde la perspectiva de Sanders, estas obras para “permanecer en” no se consideran en ningún sentido obras-justicia, es decir estas obras de justificia que asegurar la salvacion del creyente, de acuerdo a Sanders, no significan un intento de auto-justificacion o salvacion por obras, sino que de acuerdo a Sanders, todo el sistema de la Nueva Perspectiva sobre Pablo está orientado a la gracia.

Dado este punto de partida del nomismo pactual, la Nueva Perspectiva sobre Pablo (NPP) concluye que Pablo no estaba argumentando en contra de las obras-justicia de los Judios (es decir, el intento de justificarse por las obras de la Ley) cuando escribio sus cartas, y consecuentemente la NPP desarrolla una variedad de entendimientos sobre la justificación que encuentro problemáticos para la iglesia.

Dos enfoques de este libro:

a. Las bases del Judaismo del Segundo Templo (515 a.C al 70 d.C.)

No estoy de acuerdo con la tesis de Sanders y considero que la perspectiva tradicional protestante de la reforma de la justificación solo por fe es bíblica. Sin embargo, una exposicion teologica de Pablo sobre la justificación no es el enfoque principal de este libro. Sino que más bien me enfoco en el fundamento del punto de vista de la Nueva Perspectiva sobre Pablo, que es el nomismo pactual de Sanders. ¿Por qué este enfoque en vez de evaluar a Pablo más directamente? Porque ya hay mucho material sobre ese tema. En comparación con los muchos libros que evalúan explícitamente el punto de vista, y la teologia de Pablo sobre la justificación en relación con los argumentos de la Nueva Perspectiva sobre Pablo, hay significativamente menos que evalúan la porción de los argumentos del Judaísmo del Segundo Templo (515 a.C al 70 d.C.). Quiero ayudar a eliminar ese desequilibrio.

b. Exegesis de tres textos casi ignorados por la NPP.

La exegesis de Efesios 2:8-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10 es un enfoque secundario de este libro. Debido a la supuesta autoría deuteropaulina de estos textos, estos tres textos no han recibido tanta atención. Con esto me refiero a que la vasta mayoria de exponentes de la NPP no cree que Pablo escribio Efesios 2:8-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10, por lo cual ignoran casi por completo estos pasajes en sus formulaciones teologicas. 

Después de la exégesis de estos textos, evalúo los puntos de vista de E.P. Sanders, James Dunn y N.T. Wright sobre estos textos en cuanto a sus implicaciones para la tesis de Sanders y su punto de vista de Pablo sobre la justificación. Una vez más, ¿por qué es necesaria la exegesis de estos textos en este libro? Porque hay muy poca discusión sobre la relevancia de estos textos en relación con las tesis planteadas por la Nueva Perspectiva sobre Pablo como creo que debería haberla, y en mi opinión, la NPP es sumamente vulnerable a la exegesis de estos pasajes. 

Ahora para exponer la tesis formal: La tesis primaria de este libro es que hay muchos ejemplos de las obras-justicia (versiones pelagianas y semipelagianas) en la literatura del Judaísmo del Segundo Templo y el nomismo pactual uniforme de Sanders es erróneo. Por consiguiente, el fundamento de la nueva perspectiva sobre el judaísmo se desmorona y la casa de la NPP se derrumba. La tesis secundaria es que la NPP es especialmente vulnerable en sus explicaciones y/o evasión de Efesios 2:8-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10.

No considero que mis argumentos en este libro sean la reivindicación completa de la perspectiva reformada de la justificación. Para ello se requiere un enfoque en todos los textos paulinos y bíblicos relevantes. Sin embargo, los argumentos de este libro encajan bien y apoyan esa reivindicación.

Efesios 2.8–10 Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. (NBLH)

Tito 3.4–7 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor hacia la humanidad, El nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, que El derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por Su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. (NBLH)

2 Timoteo 1.8–10 Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero Suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio (las buenas nuevas), según el poder de Dios. El nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según Su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad, y que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien puso fin a la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio. (NBLH)

II. Los “cinco puntos” de la Nueva Perspectiva sobre Pablo

Como se describe en el Capítulo 1 de este libro, resumo la Nueva Perspectiva sobre Pablo con cinco puntos. Nótese que, excepto el quinto punto, todos los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo están todos de acuerdo. En este libro no hemos tratado a detalle cada uno de estos puntos, pues no era el proposito principal. 

1. Los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo están de acuerdo en que Pablo no estaba argumentando en contra de una visión de las obras-justicia legalista de los Judios de su tiempo, porque dicha vision (de acuerdo a la NPP) no existía. Es decir, la NPP acepta el nomismo pactual de Sanders. 

2. Los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo están de acuerdo en lo que la justificación No es. Para la NPP la Justificacion no es la perspectiva tradicional-protestante. 

3. Los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo están de acuerdo en que las “obras de la ley” se refieren principalmente a los hitos o marcas fronterizos judíos, el día de reposo, la circuncisión y las leyes alimentarias. Es decir, aquellas caracteristicas externas o culturales que distinguian a los Judios de los que no lo eran.

4. Los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo están de acuerdo en que la misión de Pablo a los gentiles es el contexto para su enseñanza sobre la justificación.

5. Los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo no están unidos en la justificación. Una perspectiva estándar de la mayoria es la siguiente: La justificación inicial es por la fe y reconoce el estado de pacto (eclesiología), mientras que la justificación final es parcialmente por las obras, aunque sean obras producidas por el Espíritu. 

III. Críticas generales al nomismo pactual de E.P. Sanders

En el Capítulo 2 del libro incluyo varias críticas generales al nomismo pactual. Estas criticas pueden ser resumidas como sigue:

(1) El nomismo pactual de la Nueva Perspectiva sobre Pablo, tal como se define, incluye una soteriología semipelagiana, en la cual la gracia de Dios, y las obras del hombre colaboran para la salvación.  

(2) La estructura del nomismo pactual de “entrar en” (salvacion inicial) y “permanecer en” (seguir siendo salvo) minimiza el juicio final. 

(3) En las fuentes originales del Judaísmo del Segundo Templo (515 a.C al 70 d.C.), incluso la elección no siempre es claramente por gracia. 

(4) La naturaleza diversa del Judaísmo del Segundo templo (515 a.C al 70 d.C.) argumenta en contra de un nomismo pactual uniforme mantenido por la NPP. 

(5) La admisión de los gentiles en el judaísmo y la admisión de judíos en la comunidad de Qumrán socavan el supuesto énfasis consistente en la gracia para “entrar en” (salvacion inicial), sostenido por la NPP.

(6) El énfasis de la halajá (ley) tiende hacia las obras-justicia en el Judaismo Paulino. 

(7) Un sistema soteriológico con arrepentimiento no necesariamente excluye un componente de obras-justicia como lo afirma la NPP.

(8) La Nueva Perspectiva sobre Pablo no considera que el Nuevo Testamento proporcione de manera fiable evidencia concluyente. Es decir, gran parte de las conclusiones de la NPP no toma como base la autoridad final del NT, sino el contexto historico del Judaismo del Segundo Templo. 

IV. Obras-justicia en documentos judíos específicos

El Capítulo 3 es el corazón del libro. Aquí considero varios documentos del Judaísmo del Segundo Templo (515 a.C al 70 d.C.) tanto desde una perspectiva reformada como desde la perceptiva de Sanders (cuando está disponible en sus escritos). 

Los documentos considerados en detalle fueron dos obras de los Apócrifos (4 Esdras y Sirácida), tres de los Pseudoepígrafos del AT (2 Baruc, El testamento de Abraham y los Salmos de Salomón), tres de los Rollos del Mar Muerto (Regla de la ComunidadPesher Habacuc y Miqsat Ma‘ase Ha-Torá) y cinco tratados de la literatura rabínica (m. Avotm. Sotát. Kidushínt. Sanedrín y b. Rosh Hashaná).

Concluyo que todos estos documentos tienen una soteriología de obras-justicia, ya sea pelagiana o semipelagiana. En otras palabras, la nocion tradicional protestante que Pablo estaba lidiando con un contexto de justificación por obras, y en contraste afirma la justificacion solo por la fe, es correcta.

Para ser claro, no estoy diciendo que todos los documentos del Judaísmo del Segundo Templo tengan una soteriología de obras-justicia; sin embargo, insisto en que muchos la tienen. Este es el corazon de la la tesis. Por lo tanto, concluyo que la conclusión de Sanders de que las obras-justicia no existía en el Judaísmo del Segundo Templo (515 a.C al 70 d.C.) es completamente errónea.

Una vez dada mi conclusión de que hay abundante soteriología de obras-justicia en los documentos del Judaísmo del Segundo Templo, el fundamento del nomismo pactual de la Nueva Perspectiva sobre Pablo se desmorona. Y con ello, su nueva perspectiva de la justificación paulina también se desmorona, ya que está construida sobre un fundamento defectuoso.

V. Obras-justicia en “Deutero-Pablo”

Los textos “deuteropaulinos”[1] (Yo acepto absolutamente que las trece epístolas paulinas en el canon del Nuevo Testamento fueron escritas por el apóstol Pablo. Estoy usando citas irónicas para “deuteropaulino”, ya que la gran mayoría de los eruditos críticos de la Nueva Perspectiva sobre Pablo niegan la autoría paulina de estos textos. Por “Deutero-Pablo” la referencia es que fueron escritas por un segundo Pablo, es decir, alguien diferente del apóstol Pablo) de Efesios 2:8-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10 incluyen el término “obras” como obras-justicia. La vasta mayoría de los académicos y yo estamos de acuerdo con esto, independientemente de las consideraciones sobre la autoría. Esto nos lleva a dos preguntas relacionadas. ¿Cómo afecta esto al punto de vista de uno de Gálatas, Romanos y Filipenses 3? ¿Cómo afecta esto generalmente al punto de vista de que las obras-justicia existieron en el Judaísmo del Segundo Templo?

Se consideraron tres autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo: Sanders, Dunn y Wright. Dunn cree claramente que las “obras” de los tres textos de Deutero-Pablo se ampliaron a partir de los hitos fronterizos judíos y constituyen las obras-justicia. Sanders no dice mucho sobre el tema, pero da indicios de que está de acuerdo en que Efesios 2:8-10 y algunos pasajes del Evangelio indican que la iglesia estaba en contra de las obras-justicia. Wright discute Efesios 2:8-10 y está de acuerdo en que aquí Pablo representa la “antigua perspectiva tradicional”, pero no es completamente claro en el tema, ya que quiere combinar esta comprensión con Efesios 2:11-22 que, según él, confirma la “nueva perspectiva”. Ilógicamente para mí, el reconocimiento de las obras-justicia no afecta sus interpretaciones de Gálatas, Romanos y Filipenses 3. De manera similar, estos tres autores no parecen reconocer que están de acuerdo en que algunos de los recipientes originales de Pablo estaban preocupados por las obras-justicia durante el período del Segundo Templo.

Basado en la exégesis de Efesios 2:8-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10, concluyo que: 

(1) El término “obras” debe tomarse como una soteriología de obras-justicia, es decir una justificacion basada en obras, en contraste con la actividad salvífica de Dios. 

(2) El término “obras” en los tres textos se refiere al amplio esfuerzo humano que estaría en conformidad con la ley moral de Dios. 

(3) Las obras-justicia existieron en el período del Segundo Templo. 

(4) El aspecto de las obras-justicia de las “obras” debería incluirse en los términos “obras”, “obras de la ley” y “ley” en Gálatas, Romanos y Filipenses 3 cuando estas se contrastan conceptualmente con la salvación/justificación. En otras palabras, la NPP desarrolla su teologia de obras-justificia tomando en cuenta Galatas, Romanos y Filipenses – que sin duda fueron escritos por Pablo – pero excluye casi por completo Efesios, Tito y Timoteo, pues fueron escritos por alguien diferente del apostol Pablo. 

En mi opinión, Efesios 2:1-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10 confirman aún más que la NPP está equivocada. Puesto que creo que Pablo escribió todas las trece cartas, no es exegéticamente viable para mí concluir que estos textos de Pablo sí se refieren a las obras-justicia, y al mismo también concluir que Gálatas, Romanos y Filipenses 3 no, como lo hace la NPP. Dentro de un sistema como la NPP, que no afirma la autoría paulina de todas las trece cartas, es teóricamente viable que Pablo tenga un concepto de obras-justicia, y “Deutero-Pablo” otro concepto totalmente diferente, pero lo dudo mucho.

Finalmente, en mi perspectiva, no es históricamente competente concluir que los tres textos anterioremente mencionados se refieren a las obras-justicia y también concluir que el nomismo pactual en el Judaísmo del Segundo Templo sea universal. Incluso si alguien argumenta que Efesios 2:1-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:8-10 solo se refieren a los gentiles, y no a los judíos cristianos ni a los judíos per se, entonces el término obras-justicia queda “en el aire” y un grupo (los cristianos) que atesoraban el AT estaba preocupado por eso. 

Habiendo dicho todo esto, Efesios 2:1-10, Tito 3:4-7 y 2 Timoteo 1:1-10 derriban el fundamento de la NPP, que es el nomismo pactual de Sanders, al demostrar que las obras-justicia sí existieron en el Judaísmo del Segundo Templo y en el contexto de las iglesias cristianas.

VI. Pensamientos concluyentes

Sí, veo la negación de las obras-justicia en el Judaísmo del Segundo Templo como algo históricamente erróneo, y peor aún, las implicaciones de esto distorsionan o niegan asuntos de vital importancia para la Iglesia moderna. Solo mencionaré cuatro.

(1) Como se ha mencionado en numerosas ocasiones, la doctrina de la justificación por la fe es modificada completamente por la Nueva Perspectiva sobre Pablo para incluir las obras humanas hechas por el Espíritu en la justificación “final”.[2] Para mí, vale la pena protestar por mantener la perspectiva reformada evangelica tradicional de que las obras humanas no están incluidas en ningún sentido como base para la declaración de nuestra justificación. Vale la pena luchar por mantener esto en los credos y confesiones oficiales de las iglesias y exigir que esto sea enseñado en las iglesias por los pastores ordenados al ministerio.[3]

(2) En Romanos, Gálatas y Filipenses, la Nueva Perspectiva sobre Pablo niega que Pablo esté principalmente argumentando en contra de la jactancia en las obras-justicia, es decir, una salvacion por obras. De acuerdo con la NPP, teóricamente, si uno en efecto se jactara de las obras-justicia, esto estaría mal por implicación desde su punto de vista de la justificación, pero no es el punto principal en Romanos, Gálatas y Filipenses 3. Esta negación afecta la antropología de la iglesia y destruye el énfasis del predicador en la proclamación del Evangelio. 

La iglesia moderna necesita tener como parte de su antropología de que un pecado central para los que están fuera de Cristo es tratar de lograr la salvación a través de algún tipo de obras-justicia. (Para los que están en Cristo, este pecado es derrotado, pero sus efectos residuales permanecen en los cristianos). Considerando la importancia de este pecado, el predicador lo abordará apropiadamente con la aplicación del Evangelio en toda su extensión.

Sin embargo, con el punto de vista de la Nueva Perspectiva sobre Pablo de Romanos, Gálatas y Filipenses, enfatiza el pecado de la jactancia en las propias diferencias o etnocentrismo. Por lo tanto, el contra-énfasis resultante de “llevarse bien de los cristianos”, aunque importante, toma una importancia desproporcionada para la NPP.

Por ejemplo, N.T. Wright, al final de su famoso libro, escrito como un manual introductorio básico a nivel popular de su pensamiento, Lo que realmente dijo San Pablo, argumenta que tanto la iglesia reformada como la iglesia católica romana están totalmente equivocadas en cuanto a la justificación y que no deberían usar la justificación para continuar la separación entre Católicos Romanos y Protestantes.[4] Esto no quiere decir que el etnocentrismo deba tomarse a la ligera en nuestros días o que los eruditos del Nuevo Testamento deban olvidar que Pablo estuvo muchas veces tratando con asuntos judíos/gentiles en el contexto de las obras-justicia, en cambio es un alegato a favor de la proporcionalidad en el asunto.

(3) Los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo niegan el Pacto de obras, y más generalmente, niegan que Pablo vio las obras-justicia como una opción teórica que partes del Israel del Antiguo Testamento estaban persiguiendo erróneamente. Es decir, los autores de la NPP no admiten que aun Adán estaba bajo un pacto de obras-justicia, y mucho menos que aquellos fuera de Cristo en el AT y NT estaban/están todavía bajo los requerimientos de este pacto. 

Esta es una implicación casi lógica del nomismo pactual de Sanders. Asumo que los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo argumentarían que debido a que nadie en el primer siglo d.C. estaba orientado a las obras-justicia, entonces toda la historia del Israel del Antiguo Testamento no estaba orientada a las obras-justicia. Además, otras implicaciones de la tesis de Sanders son usadas por los autores de la NPP para negar el Pacto de obras.[5] Por otro lado, yo argumentaría que Pablo sostiene que Adán estaba bajo el Pacto de obras y que partes del Israel del AT perseguían erróneamente las obras-justicia, la salvación por la “justicia de la ley”. Además, Pablo está argumentando que algunos en sus días también perseguían impropiamente una salvación por obras-justicia. El Pacto de Obras es la base de la imputacion del pecado de Adan a la humanidad, y por lo cual la base misma de la necesidad del Evangelio y las Buenas Nuevas. 

Como se muestra en el Capítulo 2 del libro y en otras partes, el Pacto de obras tiene un significativo poder explicativo para muchos “problemas” exegéticos específicos. Por ejemplo, encaja bien con el segundo uso de la ley en la Biblia.

Es decir, que Dios exige la obediencia perfecta y usa la ley para mostrarnos nuestro pecado, lo que entonces nos muestra la inutilidad de nuestro intento de alcanzar las obras-justicia, y lo que entonces nos muestra nuestra necesidad de Cristo. Esta verdad es generalmente negada, o en el mejor de los casos minimizada por los autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo. El Pacto de obras también contribuye a temas teológicos más amplios como (a) el impulso antropológico pecaminoso para ganar la salvación, (b) el trasfondo forense para la justificación, y (c) los paralelos de Adán/Cristo incluyendo el cumplimiento del Pacto de obras por parte de Cristo y la conexión con Su justicia imputada. Verdades negadas por la mayor parte de la NPP. 

(4) Muchos, aunque no todos, los autores pro-Sanders y Nueva Perspectiva sobre Pablo tienen una “baja opinión” de la exactitud histórica de la Biblia. ¿Cómo se evidencia esto en los argumentos de la NPP? Principalmente, la Nueva Perspectiva sobre Pablo niega que Pablo fue el autor de Efesios, 2 Timoteo y Tito, y la conclusión de que varias declaraciones en los Evangelios sobre los fariseos son históricamente sospechosas.

Percibo que muchos en la amplia iglesia evangélica que son pro- Nueva Perspectiva sobre Pablo o que tienen la actitud de dejarlos ser (laissez-faire) para con la NPP no están conscientes de que:

(1) muchos autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo tienen una muy baja opinión de la Biblia y que;

(2) esta baja opinión contribuye significativamente a sus argumentos a favor de la Nueva Perspectiva sobre Pablo. 

Puesto que considero que la “alta opinión” de la Biblia es importante para la salud de la iglesia de Cristo, estas suposiciones sobre la Biblia por muchos autores de la Nueva Perspectiva sobre Pablo son un grave peligro y necesitan ser expuestas. Es decir, aunque la erudición crítica ha estado argumentando por mucho tiempo que Pablo no escribió todas las cartas que se le atribuyen, todavía considero un peligro promover una teología en la iglesia que incluya la proposición de que Pablo no escribió, por ejemplo, Tito. Esto conduce a que se menoscabe la confianza en la Palabra de Dios para aquellos en la iglesia de Cristo.[6]

Sobre el autor:

ROBERT J. CARA, B.Sc. Pennsylvania State University; M.Div. Reformed Theological Seminary; PhD. Westminster Theological Seminary. El Dr. Cara es uno de más reconocidos eruditos en estudios paulinos. Es director académico y profesor del Nuevo Testamento en Reformed Theological Seminary, y ha escrito varios libros y comentarios sobre el Nuevo Testamento.


NOTAS       

    [1] Acepto que las trece epístolas paulinas en el canon fueron escritas por Pablo. Estoy usando citas irónicas para “deuteropaulino”, ya que la gran mayoría de los eruditos críticos niegan la autoría paulina aquí.

           [2] El meollo de la cuestión para los autores de la NPP es Romanos 2, pero esta cuestión también gira en torno a la justicia imputada de Cristo y una multitud de otras doctrinas relacionadas.

           [3] No estoy tratando aquí con un creyente individual y cuánto necesita uno saber sobre soteriología para ser verdaderamente convertido. A ese nivel, soy bastante amplio.

           [4] N. T. Wright: “[Ellos] se han hecho a sí mismos y a la iglesia un gran perjuicio al tratar la doctrina de la ‘justificación’ como central en sus debates, y al suponer que describe el sistema por el cual las personas alcanzan la salvación. Han convertido la doctrina en su opuesto. La justificación declara que todos los que creen en Jesús pertenecen a la misma mesa, sin importar sus diferencias culturales o raciales (y, enfrentémoslo, una buena cantidad de distinciones denominacionales, y de hecho distinciones dentro de una sola denominación, se reducen más a la cultura que a la doctrina). Porque lo que importa es creer en Jesús, el acuerdo detallado sobre la justificación misma, correctamente concebido, no es lo que debe determinar la comunión eucarística” (What Saint Paul Really Said: Was Paul of Tarsus the Real Founder of Christianity? [Grand Rapids: Eerdmans, 1997], 158-59).

           [5] N. T. Wright relaciona su negación del Pacto de obras con el uso que Pablo hace de las “obras de la ley” en Gálatas y Romanos; solo significaba la Torá, no una ley universalizada (Paul and His Recent Interpreters: Some Contemporary Debates [Minneapolis: Fortress, 2015], 94-95).

           [6] ¡Por supuesto, otra razón por la que estoy en contra de decirle a la iglesia que Pablo no escribió a Tito es porque no es verdad!

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