Antes de poder responder a la última pregunta del artículo anterior (La transmisión del Nuevo Testamento) sobre qué decisiones crítico-textuales debemos tomar, es necesario conocer cuáles fueron los errores introducidos por los copistas en los manuscritos que tenemos. Si, se cometieron muy pequeños errores, y estos se suelen dividir de dos maneras: Involuntarios y Voluntarios.
A. Errores involuntarios
- Este tipo de errores son aquellos en los que los copistas no tuvieron la intención de cambiar nada. Ellos simplemente cometieron un error como cualquiera de nosotros lo cometería haciendo una carta. Una de las maneras como solían hacer copiados en los tiempos de la iglesia medieval era por medio de reunir cierto grupo de copistas profesionales y ponerlos a escribir mientras que otro dictaba el texto. Si alguien estaba oyendo no es ilógico que añada errores a su copia. Por ejemplo, él pudo escuchar echomen en vez de echōmen (“tenemos” en vez de “vamos a tener”) La pronunciación de ou y u era indistinguible, esto explica las variantes de Apocalipsis 1: 5, donde la KJV (King James Version) usa el texto que lee lousanti (“…nos lavó…”) mientras que otros versiones contemporáneas usan otro texto que tienen lusanti (“…nos libertó…”) Los pronombres hēmeis/ humeis (nosotros / ustedes) y sus declinaciones fueron casi siempre pronunciados de la mima manera; por ello, dio lugar a muchas incertidumbres. ¿Escribió Juan 1 Juan para que «nuestro» gozo o «vuestro» gozo sea completado (1 Juan 1:4)?
- Después que los escribas profesionales han terminado de transcribir lo que los lectores han leído, un corrector entrenado revisa todo el nuevo material y hace correcciones al mismo. A menudo, la primera corrección hecha a un manuscrito (con un tipo distinto de tinta) es correcta. No obstante, el corrector pudo haber obviado y añadido ciertos errores al nuevo producto.
- Otro tipo de error no intencional que es muy común sucede cuando el copista realiza la labor por sí solo. Este copista ya no está escuchando a otra persona, sino que está usando sus propios ojos para leer el manuscrito a copiar. Ciertas cartas griegas en forma uncial (mayúsculas) son confusas. Este error muy común es causado por la similidesinencia, es decir la igualdad de los sonidos finales de una linea o palabras. Por ejemplo, un copista copia lo que está viendo, pero cuando sus ojos retornan a la parte donde se quedó accidentalmente se dirige a otro lado donde ocurre la misma terminación. También puede ser, como un error análogo, que él pudiera, sin pensar, copiar dos veces la misma palabra o línea, porque sus ojos han regresado al mismo lugar que ha copiado. Otro error común tiene que ver con la trasposición de palabras o expresiones. Probablemente este error ocurre cuando el copista retine clausulas o versos completos en su memoria mientras está copiando y su memoria le traiciona. Puede traicionarle instándole a sustituir ciertas palabras particulares por algún sinónimo favorito. Por otra parte, el escriba pudiera inconscientemente asimilar cierto pasaje de uno de los evangelios a otro evangelio que contiene un texto paralelo que él ha memorizado. Este tipo de asimilación también es muy común en las epístolas como Efesios y Colosenses.
- Ocasionalmente, errores honestos de juicio han propiciado la introducción de un error. Por ejemplo, si un copista accidentalmente dejara una línea o algunas palabras, el corrector podría ponerlas en el margen. El siguiente escriba revisa esa manuscrito reinserta las palabras en el texto en lugar incorrecto. Otra posibilidad sería que la nota al margen pudo haber sido un comentario del escriba anterior en vez de ser una parte del texto original; pero el copista añade esa sección a su copia que ha está escribiendo y de ese modo añade algo a las Escrituras que no debió estar allí. No hay malicia aquí, no hay una intención por corromper el texto, sólo es un error de juicio. Algunos copistas hicieron su labor tan mecánica e irreflexivamente que hico que introdujeran errores increíbles. En este sentido la historia del minúsculo del siglo decimocuarto codex 109 es a menudo mencionado. El escriba que lo copio obtuvo obviamente su material de una copia que tuvo la genealogía de Jesús del libro de Lucas (3:23-38) en dos columnas de 28 líneas en total. En vez de copiar el material de la primera columna y luego de la segunda columna, el copista copió las primeras líneas de las dos columnas y así las siguientes. Esto causo que casi todos los hijos tengan el padre incorrecto. La lista no termina con “Adán, el hijo de Dios”, sino que se le coloca a Dios al centro, y apareciendo como el hijo de Aram. Además, el origen de toda la raza ya no es Dios, sino Fares. [1]
B. Cambios Intencionales
- Los cambios intencionales vienen a ser las otras variantes. Aunque en este caso el escriba intenta cambiar los que tiene delante; no obstante, debe ser visto en la mayoría de veces como algo que él cambia porque pensó que era incorrecto. Por “incorrecto” no quiero decir que el escriba pensaba que sabía más de Dios, sino que cambia las cosas porque cree que el escriba anterior corrompió el escrito. Algunas veces muchos escribas trataron de mejorar la gramática, vocabulario y la ortografía; prefiriendo el griego ateniense temprano que al griego helenista coloquial (llamado Koiné) en el cual el Nuevo Testamento ha sido escrito.
- Otro tipo de corrupción intencional vino del deseo, consciente o no, de querer armonizar un reporte con otro. Por ejemplo, cada lector de los evangelios está familiarizado con el hecho de que una pericope[2] paralela podría no incluir precisamente la misma información. La tradición de los manuscritos demuestra ampliamente el celo mostrado por muchos copistas en allanar las diferencias. Muchas expresiones sus complementos naturales. Si yo digo “los escribas”, algunos inmediatamente piensan en la frase complementaria “y fariseos” ; y, seguramente, algunos copistas añadieron ese complemento a sabiendas o de otro modo. Recordemos, algunas veces un escriba tenía muchos manuscritos en su delante cuando hacía su copia. Si él descubre que un manuscrito tiene una lectura y otro otra lectura, seguro él escoge uno y deja el otro, o pone los dos juntos y forma una lectura fusionada. Si algunos manuscritos preservan la lectura “la iglesia de Dios” en Hechos 20:28 y otros preservan la lectura “ la iglesia del Señor”, otros copistas posteriores fusionaron amabas y formaron “ la iglesia del Señor y Dios”, proveyendo a sus lectores el beneficio de las dos lecturas.
- Algunos cambios intencionales fueron introducidos debido a problemas doctrinales. El más conocido fue, sin duda, el cano de Marcion. Durante el segundo siglo Marcion removió todo lo referente al trasfondo judío de Jesús. El Diatessaron de Taciano alteró el texto en muchas partes para hacerlo coincidir con las enseñanzas ascetas. Un buen número de estos cambios han sido detectados.
Conclusion.
Antes de continuar con la discusión, debo detenerme y tranquilizar las conciencias de aquellos que en base a lo que he escrito hasta aquí concluyen que la tradición de los manuscritos no es confiable o que no podemos estar seguros de ninguna de ellas. No debemos ser tan pesimistas. La basta mayoría de los errores en los manuscritos tienen que ver con ortografía, orden de palabras y similares. Además, muchas de las variantes teológicas significativas pueden ser solucionadas rápidamente comparando manuscrito con manuscrito. El resultado, como trataré de demostrar en los siguientes artículos, es una muy confiable Palabra de Dios.
Acerca del autor:
Donald Arthur Carson, (1946-), es un erudito reformado del Nuevo Testamento nacido en Canada. Realizo estudios en Matemática Pura y Química en la Universidad McGill, luego un Mdiv, en Heritage Baptist College y Heritage Theological Seminary, y un PhD en Nuevo Testamento en la Universidad de Cambridge (Inglaterra). Desde 1978 sirve como profesor en Trinity Evangelical Divinity School, asimismo fue miembro fundador de ‘The Gospel Coalition’. Don Carson es actualmente uno de los eruditos mas respetados en la campo de Teología Biblica del Nuevo Testamento. Ha escrito 57 libros hasta el momento, y cientos de artículos académicos, entre sus numerosas publicaciones se tienen: “Falacias Exegeticas”, “El Debate sobre la version King James”, “Escándalo: La Cruz y la Resurrección de Jesús”, “La Dificil Doctrina del Amor de Dios”, “Introduccion al Nuevo Testamento”, “La Soberanía de Dios y la responsabilidad humana”, entre muchos otros.
Traducido y Adaptado por Esteban Palacios. Tomado de D A. Carson, The King James Version Debate: A Plea for Realism (Grand Rapids: Baker Book House, ©1979), 21-24.
[1] Esta y otras causas de errores son discutidas en lo que es aún la mejor introducción de la Critica Textual, Bruce M. Metzger, The Text of The New Testament: Its Transmission, Corruption ,and Restooration.
[2] Es un término técnico que se refiere a una sección, una unidad individual, de los evangelios.
Categorías:Carson, Don, Exegesis, Metodo y Hermeneutica, Teologia Biblica
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