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¿Quién es un teólogo? Por Daniel Caballero.
La que una vez fue llamaba “la Reina de la Ciencias”, el día de hoy a sido relegada a un rincón oscuro para ser olvidada por unos, y menospreciada por otros. La iglesia en Latinoamérica es inmadura, y a menudo le es difícil discernir no solo entre un verdadero maestro y uno falso, sino entre un maestro, en el sentido verdadero de la palabra, y un bloguero o maestro de Facebook sin mayor experiencia o conocimiento. El día de hoy cualquiera puede auto-publicar un libro, y escribir antes de su nombre: “teólogo”. En el contexto latino donde se publican noticias falsas en Facebook, esto es sumamente peligroso para la vida y la salud de la Iglesia.
Debe decirse que no es fácil definir el termino “teólogo”. En este ensayo uso el termino como sinónimo de maestro de la Iglesia, y lo interpreto en un sentido histórico clásico, tal y como ha sido entendido por la mayoría de la Iglesia cristiana a lo largo de su historia.
¿Somos todos teólogos?
Hay un sentido en el que todos somos teólogos porque todos tenemos un concepto de Dios, de la misma manera que todos somos sociólogos porque tenemos un concepto de la sociedad, y todos somos politólogos porque tenemos un concepto de política, y todos somos matemáticos porque sabemos sumar y restar, e incluso todos somos médicos porque tenemos un concepto sobre medicina. Sin embargo, en un sentido formal no todos somos teólogos, de la misma manera que no todos somos sociólogos, ni matemáticos, ni médicos. Imagine que usted tiene un problema en el corazón y requiere una operación en el miocardio. El día de la operación le presentan al medico que le va a operar, que incluso a escrito un libro sobre cardiología. Usted le dice: “me alegra estar en las manos de alguien tan capaz, que ha pasado su vida estudiando sobre corazones y miocardios. ¿Dónde aprendió a operar?” pregunta usted. El cardiólogo le responde: “aprendí a hacer trasplantes de corazones mirando videos de youtube. Pero las cirugías del miocardio las aprendí a través de un podcast. ¡Enfermera, páseme el bisturí por favor para comenzar a abrir el corazón de este hombre!”
Esto seria un absurdo total, y quien se dejará operar por dicho cardiólogo sin ningún tipo de experiencia o conocimiento estaría demente y casi poniendo una sentencia de muerte sobre su cabeza. ¿No es acaso tanto o mas absurdo aun prestar atención a los abundantes auto-proclamados teólogos de Facebook?
En un sentido los auto-proclamados teólogos se parecen mucho a los auto-proclamados apóstoles. Ambos se auto-proclaman a si mismo algo que no son, para tener una autoridad que no tienen. Dios esta obrando grandes cosas en nuestro medio, pero me temo que también el surgimiento de sectas reformadas es inevitable. Mi deseo es que estas sectas reformadas – como un cáncer que contamina al cuerpo – puedan morir en soledad y no contaminen al resto del cuerpo de Cristo.
¿De que manera se relaciona el teólogo y la teología?
Estudie ingeniería. Lleve muchos cursos de matemática avanzada y física. De hecho, las matemáticas me gustan tanto que el día que me retire espero regresar a la mismas como hobbie y entretenimiento. Hasta el día de hoy a veces cuando no puedo dejar de pensar en algo hago algoritmos y modelos matemáticos. Pero no soy un matemático, tampoco un físico, tampoco químico, a pesar de haber llevado cursos avanzados en estas disciplinas. Cuando hablamos de un teólogo estamos hablando de alguien que se dedica al estudio de una disciplina en particular del conocimiento.
Todo pastor sabe teología, pero no todo pastor es un teólogo en el sentido formal del termino. Todo teólogo sabe de historia, pero no es un historiador. El teólogo maneja la filosofía, pero no es un filosofo. El teólogo es capaz de hacer una fina exegesis bíblica, pero no es un biblista. Las Escrituras son el mensaje de Dios a la Iglesia, y la teología es lo que la Iglesia dice sobre ese mensaje. La labor del teólogo es conocer teología, es decir, aquello que la Iglesia ha dicho sobre la revelación de Dios contenida en las Escrituras, y en el caso de un teólogo protestante, evaluar dicha teología a luz de las Escrituras como autoridad final (Sola Scriptura), con el fin de presentarla de una manera que sea relevante para su contexto actual.
Scott M. Manetsch, escribe que Calvino veía como una de sus labores esenciales como teólogo, quizá la mayor de todas, el ser un exegeta de las Escrituras, y poder proveer a sus estudiantes, y en general a la Iglesia con un entendimiento comprensivo de las Escrituras y la doctrina protestante.[1] Esta fue la razón por la cual Calvino paso mucho mas tiempo en la exegesis y exposición de las Escrituras que en la sintetización teológica. Su obra teológica es como la punta del iceberg, y todo lo que yace por debajo de la superficie es su profundo conocimiento de las Escrituras. El maestro de la Iglesia es un maestro de la Escrituras, porque no solo maneja las Escrituras, sino que las Escrituran manejan su vida, pensamiento y conducta.
¿Por qué necesitamos de teólogos si ya tenemos a Calvino, Lutero, Owen, etc?
Cada generación necesita de teólogos, pues aunque las respuestas son siempre las mismas, las preguntas tienen matices diferentes en diferentes contexto. El contenido de la revelación es el mismo, pero la forma como estas verdades son presentadas y el lenguaje usado varia. El teólogo no solo debe manejar la totalidad de la enseñanza del cuerpo de dogmática eclesiástica, sino que también debe ser capaz de formularla de maneras que sean comprensibles y relevantes para su contexto particular. Tomas de Aquino, por ejemplo, tomando como principio los teólogos de la era patrística, concluye que la labor del teólogo es explicar los misterios de la verdad de Cristo de manera sencilla y contemporánea.[2][Per hos etiam pastores significabantur Doctores Ecclesiae, quibus Christi mysteria revelantur, quae latebant Iudaeos]. Para esta labor el teólogo se ayuda de una serie de disciplinas. Debe dominar la historia a fin de que pueda comprender correctamente la teología histórica como un proceso de sintetizacion teológica. (Sobre teología histórica, ver aquí). (Sobre teologia reformada, ver aqui.)
Pero si solo conoce esto, ¿Cómo podrá evaluar la fidelidad de la teología a las Escrituras? Debe conocer profundamente las Escrituras, la exegesis, la gramática, la teológica bíblica de cada libro de las Escrituras, el contexto histórico, textual, gramatical y teológico de la revelación bíblica de manera particular y general. A menos que el teólogo protestante este enraizado en esto, terminara siendo Católico Romano, ya sea en teoría o en la practica. Pues aunque afirme que cree en “Sola Scriptura”, en su formulación teológica la opinión de Agustín, de Calvino o de Owen tendrá mas valor que la exegesis. El teólogo debe dominar la teología de los grandes teólogos pero debe ser también capaz de decir, con suma humildad y voluntad de ser corregido, pero con firmeza al mismo tiempo, “Agustín estaba equivocado en esto; Tomas de Aquino cometió un grave error en este punto; y John Owen a su vez erro en esta doctrina”. No porque sepa mas o sea mas inteligente que ellos, sino porque los compara con las Escrituras. Al mismo tiempo el teólogo debe ser sumamente consciente que su teología tiene múltiples errores, solo que es tan incapaz y ha sido tan afectado por el pecado, que no se da cuenta de dichos agujeros.
Por ultimo, aunque el teólogo sepa todo esto, será incapaz de presentar la verdad de la Escritura, confesada por la Iglesia como un todo, a menos de que conozca su contexto actual, sus problemas y su gente y sepa como empacar la verdad de manera que de respuestas a su contexto particular. El teólogo debe vivir no en una torre de marfil, sino ahí donde hay mas necesitad. Es aquí donde el teólogo debe conocer de filosofía, ética, literatura, política, económica, y otras disciplinas relevantes a fin de que pueda dar una respuesta bíblica y teológica a asuntos de su día. ¿Cómo puede un teólogo dar una respuesta sobre el feminismo de la actualidad si todo lo que conoce lo sabe de videítos de youtube y paginas de Facebook? Es por esto que el mundo se ríe con razón de nuestra ignorancia.
¿Por qué hay diferencias entre teólogos?
La diferencia entre un teólogo no es tanto que uno domine una disciplina y el otro no, sino que aspecto o rama especifica de esa disciplina dominara mejor. Por ejemplo, un teólogo católico romano y un teólogo reformado, ambos dominaran la teología histórica, pero probablemente el Católico Romano este mas familiarizado con los concilios papales, mientras que el teólogo reformado con las confesiones de fe protestantes – bautistas, presbiterianas y anglicanas. Un teólogo reformado y un teólogo liberal, ambos tendrán conocimientos de filosofía, pero el primero estará mas familiarizado con las categorías y filosofía aristotélica escolástica clásica, mientras que el segundo con los postulados de Kant. Incluso dentro de un mismo campo, por ejemplo, entre teólogos de tradición anglicana o arminiana, etc. pueden haber variaciones entre si por las limitaciones del ser humano, contextos particulares, y la imposibilidad de conocer o dominar todo de la misma manera.
Tomas de Aquino afirmo esto diciendo que debido a las limitaciones del ser humano, y lo infinito de la revelación bíblica existen diversas comprensiones de la verdad divina entre diferentes teólogos, y diferentes opiniones sobre como dicha verdad debería ser aplicada. [3] [Similiter etiam apud doctores fidei fuit circa hoc diversa opinion]
Es por esto que la Iglesia necesita de teólogos en plural, pues la teología de la Iglesia, y para la Iglesia se lleva a cabo de manera fructífera en comunidad.
¿Qué no te hace un teólogo?
– No te hace un teólogo haber leído la teología sistemática de Grudem.
– No te hace un teólogo haber escuchado un podcast, o videos en youtube, o tener un blog.
– No te hace un teólogo que tus amigos te digan que eres un teólogo.
– No te hace un teólogo que pongas antes de tu nombre “teólogo”.
– No te hace un teólogo haber estudiado en un instituto bíblico o seminario
– No te hace un teólogo ser pastor o diacono.
– No te hace un teólogo escribir un libro. Cualquier neófito ególatra puede escribir un libro en estos días y auto-publicarlo.
– No te hace un teólogo que te auto-percibas como teólogo. Lo siento.
– No te hace un teólogo ser confesional o no serlo.
– No te hace un teólogo ser estudiante de las Escrituras. Todo teólogo es un estudiante de las Escrituras, pero no todo estudiante de las Escrituras es un teóloga.
¿Quién dice quien es un teólogo o no?
El Espíritu Santo a través de la Iglesia. El Espíritu Santo es el único y verdadero maestro de la Iglesia. El único “teólogo” es el Espíritu mismo. Todos los demás teólogos solo lo son con relación al Espíritu. Este elemento resalta en casi toda la literatura sobre este tema. Karl Barth, en referencia al oficio de teólogo o maestro de la Iglesia escribe: “Es el Espíritu Santo, quien es el único verdadero maestro de la Iglesia, el cual crea la fe y reparte información, y por lo cual estable el verdadero conocimiento; es el Espíritu Santo el que establece la comunidad de creyentes a fin de que puedan recibir instrucción.” [4]
Herman Bavinck describe esta interacción entre la obra del Espíritu Santo y la del teólogo para con la edificación de la Iglesia: “El Espíritu Santo que nos dio la Escritura también da testimonio de esa Escritura en el corazón de los creyentes. La propia Escritura atiende a su propia aceptación en la conciencia de la iglesia de Cristo. Los creyentes, en consecuencia, sienten que con toda su alma están vinculados a la Escritura. Son inducidos a ella por el Espíritu Santo, el Maestro supremo de la iglesia. Y la intención de los creyentes es tomar los pensamientos de Dios establecidos en la Escritura en su conciencia y entenderlos racionalmente.”[5]
Esto mismo ha sido dicho por otros teólogos reformados como Juan Calvino, Abraham Kuyper,[6] Herman Bavinck, [7]los teólogos del viejo Princeton (Hodge, Warfield, etc.), [8] entre otros. El termino usado en teología reformada es el de Spiritus Sanctus Doctor.[9] Es solo el Espíritu Santo el que produce un teólogo. Ninguna medida de estudio intelectual puede hacer esto. Si no fuera así, entonces el diablo seria el mejor teólogo, el mejor maestro, pues conoce de manera intelectual lo que debe conocerse. Pero la teología, por el objeto sagrado de la misma, no puede hacerse sin una dependencia del Espíritu.
Un teólogo no hecho por el Espíritu es un falso teólogo, un falso maestro. Es por esto que en un sentido académico, es correcto hablar de teólogos con referencia a teólogos liberales o que niegan las verdades mas básicas y sagradas de las Escrituras. Sin embargo, en un sentido real de la palabra, no son verdaderos teólogos. Es por esto que la consideración de teólogo protestante es pertinente. Sin embargo, aunque en ultima instancia es solo el Espíritu Santo quien forma y equipa a un teólogo, es la Iglesia la que reconoce la obra del Espíritu Santo, y reconoce al teólogo o maestro de la Iglesia. El énfasis del Espiritu y la Iglesia en relación al teólogo es un tema que permea toda la literatura antigua tanto reformada como medieval y patrística.
Por esto no tiene sentido que un teólogo se auto-nombre, pues la definición más básica de teólogo es “maestro de la Iglesia”, es decir, reconocido por la Iglesia – un grupo de iglesias – para esta función. Un auto-proclamado teólogo, sin reconocimiento o reputación eclesiástica de maestro mas alla de los limites de su congregación local es una contradicción en si mismo.
Tomas de Aquino escribe que el conocimiento del teólogo es “grandemente reconocido y su autoridad venerada”.[10]Muchos teólogos fueron reconocidos durante su vida como maestros de la Iglesia, aunque muchos de ellos recibieron reconocimiento después de muertos. Por ejemplo, Richard A. Muller escribe que el termino se aplico a los reformadores como Lutero y Calvino, durante su vida, pero a la mayoría de los reformadores se hizo después de su muerte.[11]
¿Cuáles son las características esenciales de un teólogo?
Philip Schaff reconoce cuatro marcas o características de un teólogo, que resumen el concepto de “teólogo” o “maestro de la Iglesia”, a lo largo de los siglos. Schaff esta tratando de sintetizar cuatro características que se repiten constantemente sobre una descripción de un teólogo.[12] Estas características son:
1. Una erudición eminente. (eminens eruditio)
Ya se hablo sobre este punto anteriormente.
2. Una doctrina ortodoxa. (doctrina orthodoxa)
Esto es la conformidad teológica con las verdades esenciales del cristianismo, tal y como están establecidos en los credos apostólicos de los primeros siglos (Apostólico, Nicea, Atanasio, Calcedonio, etc?)
3. Una vida piadosa. (sanctitas vitae)
Un teólogo no piadoso es un siervo del demonio infiltrado en la Iglesia del Señor con el fin de corromperla. Joven, si puedes leer teología y pecar al mismo tiempo, deja en este instante de leer, y arrepiéntete; porque con cada pagina que lees tu corazón se endurece mas y mas y solo cuestión de tiempo hasta que sin darte cuenta estés sirviendo al diablo mismo, aunque creas que sirves a Dios. ¿No crees que muchos de los que causan divisiones en las Iglesias creen que están sirviendo a Dios? ¿No crees que muchos de los que promueven una agenda de homosexualizacion de la Iglesia no creen sinceramente que están sirviendo a Dios? Este es el peligro de conocer teología sin un corazón piadoso.
4. Conformidad con la enseñanza de la Iglesia. (expressa ecclesiae declaratio)
Esto es, el teólogo cuando enseña no busca ser novedoso o dar algo nuevo, sino enseñar aquello que la Iglesia ha proclamado, desde la perspectiva o ángulo particular de su tradición eclesiástica. Un teólogo por definición es un teólogo de la Iglesia. No existe aparte de la misma. En este sentido podemos hablar de teólogos presbiterianos, teólogos bautistas, teólogos anglicanos, etc, de acuerdo con las varias denominaciones dentro del protestantismo. Podemos hablar también de teólogos protestantes versus teólogos católicos romanos. Un teólogo nace, se nutre, es reconocido y vive para el servicio de la Iglesia. El teólogo no existe aparte de la Iglesia. Lutero escribió: “Todo lo que un teólogo hace en la Iglesia contribuye a la difusión del conocimiento de Dios, y la salvación de los hombres” [13]
¿Son necesarios los estudios teológicos formales para que alguien sea un teólogo?
No. Sin embargo, los ejemplos en la historia de teólogos sin estudios teológicos formales son la excepción mas que la regla, y usualmente fueron reconocidos como teólogos y apreciados después de muertos por la utilidad de sus escritos. También, aunque no recibieron estudios teológicos formales, tuvieron una educación excelente a través de mentores y el uso de buenas bibliotecas.
¿Quién es un teólogo protestante?
Un teólogo protestante se distingue de otros teólogos. En su sentido histórico, los teólogos protestantes tienen cualidades especificas, derivadas y enraizadas en la tradición patrística y medieval, pero desarrolladas por los teólogos de la reforma y post-reforma desde una perspectiva distintivamente evangélica protestante.
Para los teólogos medievales y patrísticos la labor del teólogo estaba intrínsecamente ligada no solo con el estudio de las Escrituras y la aplicación de estas, sino sobre todo con la administración de los sacramentos.[14] [Quidam antiqui doctores dixerunt, quod hae duae formae, scilicet consecrationis panis et vini, se invicem expectant in agendo]. La Reforma Protestante significo un cambio en este aspecto, no en la labor del teólogo o maestro al servicio de la Iglesia, sino en el significado de un sacramento, ya no como sacramentos, sino como “medios de gracia”, para la santificación de la Iglesia. De estos, la predicación de la Palabra de Dios es el principal de ellos. Mientras que el énfasis medieval en la labor practica del teólogo estaba en la consagración de los elementos (pan y vino), para dar lugar a la transustanciación, el énfasis protestante del servicio del teólogo se encontraba en la proclamación continua y regular de la Palabra de Dios al Pueblo de Dios. Es por esto que hablar de un “teólogo” en el sentido protestante aparte del ministerio pastoral y la predicación de la Palabra no tiene sentido, pues justamente la labor del teólogo esta intrínsecamente ligada a la proclamación de la Palabra. El teólogo no existe sin la Iglesia, porque nace y es comisionado por ella, y no sirve sin la Iglesia porque vive para el servicio de esta. La Iglesia es la sine qua non del teólogo, aquella sin la cual no existe y no puede tener lugar.
En la teología protestante “teología” y “predicación” son dos cosas diferentes pero inseparables. Esta es una de las razones por las que en la mayoría de seminarios reformados de renombre – como Westminster Theological Seminary, etc. – nadie puede ser maestro del seminario sin que no sea también pastor y predicador en su iglesia local. Es por esto que el énfasis del teólogo protestante es en la enseñanza, exposición y predicación de las Escrituras, por sobre una tradición teológica, aunque es consciente de que es imposible interpretar las Escrituras fuera de una tradición teológica.
Conclusión
Mi mas sincero deseo es que el Espiritu Santo levante maestros de la Iglesia, teólogos en todo el sentido de la palabra, en Latinoamérica. Gastare mi vida dejando al lado aquello que me gustaría leer, para poder editar y publicar libros para aquellos que vendrán después de mi. Este es mi sueño y mi oración, que el Señor levante a otros, muchos mas, que me superen en todo, y nutran a la Iglesia del Señor. Que el Señor permita que la Iglesia que dejemos a nuestros hijos y nietos sea una mas madura, sabia y santa de la que tuvimos.
Para aquellos que se han auto-proclamado teólogos por ignorancia, les exhorto a que se denominen a si mismos “estudiantes de teología”. Esta es la manera como yo hasta el día de hoy, y hasta mi ultimo día de este lado de la eternidad espero presentarme, y que luchen cada dia – como yo lo hago – para poder ser teólogos verdaderos, por amor al Señor y Su iglesias, conscientes de que esto tomara tiempo, mucho tiempo. Animo hermano!
Para aquellos que se han auto-proclamado teólogos o “maestros” por orgullo y con el fin de manipular a las almas débiles ten en cuenta algo. El orgullo inevitablemente lleva al legalismo, y el legalismo al sectarianismo. El sectarianismo una vez que ha sido consumado lleva al cisma, y el cisma a la apostasía, y la apostasía a la condenación porque evidencia que estaban muertos en sus delitos y pecados. Espero que tu y tu iglesia no terminen siendo una secta. Pero la historia, antigua y reciente, nos dice que este patrón ha sido tristemente el que han seguido muchos.
Literatura consultada:
- Aquinas, Thomas. Summa theologica. Traducido por Fathers of the English Dominican Province. London: Burns Oates & Washbourne, s. f.
- Bavinck, Herman, John Bolt, y John Vriend. Reformed dogmatics: Prolegomena. Vol. 1. Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003.
- Barth, Karl, Geoffrey William Bromiley, y Thomas F. Torrance. Church dogmatics: The doctrine of reconciliation, Part 3.2. Vol. 4. London; New York: T&T Clark, 2004.
- Bartholomew, Craig G. Contours of the kuyperian tradition: a systematic introduction. Westmont, IL: InterVarsity Press, 2017.
- Borresen, Kari E. ´Matristicsª. Editado por Angelo Di Berardino y James Hoover. Traducido por Joseph T. Papa, Erik A. Koenke, y Eric E. Hewett. Encyclopedia of Ancient Christianity. Downers Grove, IL: IVP Academic; InterVarsity Press, 2014.
- Boyce, James Petigru. Abstract of Systematic Theology. Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2010.
- Cross, F. L., y Elizabeth A. Livingstone, eds. The Oxford dictionary of the Christian Church. Oxford; New York: Oxford University Press, 2005.
- Deferrari, Roy J., Inviolata M. Barry, y Ignatius McGuiness. A Lexicon of Saint Thomas Aquinas based on the Summa Theologica and Selected Passages of his Other Works. Baltimore, MD: Catholic University of America Press, 1948.
- Kelly, Joseph F. ´Scripture and Tradition in the Early Irish Churchª. En Scripture, Tradition, and Reason: A Study in the Criteria of Christian Doctrine : Essays in Honour of Richard P.C. Hanson, editado por Richard Bauckham y Benjamin Drewery. Edinburgh: T&T Clark, 1998.
- Kuyper, Abraham. Encyclopedia of sacred theology: its principles. New York: Charles Scribner’s Sons, 1898.
- Manetsch, Scott M. ´Problems With The Patriarchs: John Calvin’s Interpretation of Difficult Passages In Genesisª. Westminster Theological Journal 67, no. 1 (2005): 1–21.
- Muller, Richard A. Post-Reformation reformed dogmatics: the rise and development of reformed orthodoxy; volume 1: prolegomena to theology. 2nd ed. Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003.
- Loetscher, Frederick W. ´Church History as a Science and as a Theological Disciplineª. The Princeton Theological Review XIII, no. 1–4 (1915).
- Lull, Timothy F. ´Preface to the First Editionª. en Martin Luther’s Basic Theological Writings, editado por William R. Russell y Timothy F. Lull. Third Edition. Minneapolis, MN: Fortress Press, 2012.
- Parks, Jessica, ed. B. B. Warfield: A Guide to His Life and Writings. Faithlife Author Guides. Bellingham, WA: Faithlife, 2017.
- Schaff, Philip, y David Schley Schaff. History of the Christian church. New York: Charles Scribner’s Sons, 1910.
- Zaleski, Philip. ´The Love of Saint Theresa’. First Things, no. 148 (2004).
NOTAS
[1] Scott M. Manetsch, «Problems With The Patriarchs: John Calvin’s Interpretation of Difficult Passages In Genesis», Westminster Theological Journal 67, n.o 1 (2005): 6.
[2] Thomas Aquinas, Summa theologica, trans. Fathers of the English Dominican Province (London: Burns Oates & Washbourne, s. f.). III.q.36.3-4.
[3] Thomas Aquinas, Summa theologica, trans. Fathers of the English Dominican Province (London: Burns Oates & Washbourne, s. f.). STh., I q.70 a.3 resp.
[4] Karl Barth, Geoffrey William Bromiley, y Thomas F. Torrance, Church dogmatics: The doctrine of reconciliation, Part 3.2, vol. 4 (London; New York: T&T Clark, 2004), 871. [KD IV.3.2 p. 951]
[5] Herman Bavinck, John Bolt, y John Vriend, Reformed dogmatics: Prolegomena, vol. 1 (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003), 92–93.
[6] Craig G. Bartholomew, Contours of the kuyperian tradition: a systematic introduction (Westmont, IL: InterVarsity Press, 2017), 276.
[7] Herman Bavinck, John Bolt, y John Vriend, Reformed dogmatics: Prolegomena, vol. 1 (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003), 93.
[8] Frederick W. Loetscher, «Church History as a Science and as a Theological Discipline», The Princeton Theological Review XIII, n.o 1-4 (1915): 19.
[9] Abraham Kuyper, Encyclopedia of sacred theology: its principles (New York: Charles Scribner’s Sons, 1898), 583.
[10] Roy J. Deferrari, Inviolata M. Barry, y Ignatius McGuiness, A Lexicon of Saint Thomas Aquinas based on the Summa Theologica and Selected Passages of his Other Works (Baltimore, MD: Catholic University of America Press, 1948), 336.
[11] Richard A. Muller, Post-Reformation reformed dogmatics: the rise and development of reformed orthodoxy; volume 1: prolegomena to theology, 2nd ed. (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003), 200.
[12] Philip Schaff y David Schley Schaff, History of the Christian church, vol. 2 (New York: Charles Scribner’s Sons, 1910), Vol. II.630–631. [II.XIII.160].
[13] Mark Water, The new encyclopedia of Christian quotations (Alresford, Hampshire: John Hunt Publishers Ltd, 2000), 1055.
[14] Thomas Aquinas, Summa theologica, trans. Fathers of the English Dominican Province (London: Burns Oates & Washbourne, s. f.). STh., III q.78 a.6 resp.
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Daniel Caballero.

Acerca del autor:
Daniel Caballero nació en Lima, Perú. BSc. Universidad Nacional Agraria La Molina. BA, Seminario Teológico Bautista (Lima); Postgrado en Teología, The London Theological Seminary (Londres), ThM-Teologia Histórica., Westminster Theological Seminary (PA-USA). Esta por iniciar estudios doctorales en Inglaterra sobre Historia de la Reforma (siglo XVI) y Post-Reforma (siglo XVII). Especialización en John Owen y Puritanismo ingles. Daniel ha escrito numerosos artículos sobre puritanismo, teología bíblica y cultura. Su campo de especialización es en estudios de la Reforma y Post-Reforma (Puritanismo). Ha vivido por casi siete años en Inglaterra, donde tuvo la oportunidad de profundizar estudios Teológicos. Es misionero enviado de Inglaterra para el servicio en desarrollo de educación teológica. Actualmente vive en Cork, Irlanda. Tiene experiencia desde muy joven en educación teológica. Esta casado con Ellie.
Categorías:Caballero, Jaime D., Contemporaneo
Gracias a Dios por personas como usted…! Bendiciones.
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Excelente articulo y edificante. Gracias hermano por su labor. Dios le siga bendiciendo.
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gracias por compartir sus conocimientos me gustaria leer algun articulo de Daniel
mi correo electronico
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