Caballero, Jaime D.

¿Como convertirte en un hereje? por Daniel Caballero

Puede escuchar la versión en AUDIO AQUI.

El titulo es retórico, y no debe tomarse de manera literal. En otras palabras, el hecho de que hagas o no hagas lo que se describe en este articulo no quiere decir que necesariamente te conviertas en un falso maestro o en un hereje. Sin embargo, es posible. En el peor de los casos te convertirás en un hereje o un falso maestro, y en el mejor de ellos serás un frankstein en tu teología. Un monstruo que solamente reproducirá a otros con una teología y practica tan deficiente como la que tienes. 

¿Cuál es la diferencia entre un hereje y un falso maestro?

Puede ver aquí un articulo más detallado sobre el tema, con el titulo “Soy un falso maestro”.  El termino falso maestro es comprensivo, y abarca también a un hereje. Aunque se usan de manera sinónima no son lo mismo. Todo hereje es también un falso maestro, pero no todo falso maestro es un hereje. 

En el Nuevo Testamento, la connotación de falso maestro es primariamente moral. En otras palabras, una persona puede ser completamente ortodoxa en su doctrina, pero si vive un estilo de vida en inmoralidad sexual, causando divisiones en la iglesia, amor por el dinero, entre otras, tal persona es un falso maestro.

Por otro lado, el termino hereje es primariamente doctrinal, y esta relacionado con la negación de manera consciente, clara, conspicua y continua de una doctrina cardinal del cristianismo. Las doctrinas cardinales del cristianismo son aquellas descritas en los credos apostólicos de los siglos I-V. En este sentido la definición de herejía y ortodoxia son estrictamente históricas y esta relacionada con la fidelidad al mensaje central predicado por los apóstoles y recogidos en los credos apostólico, niceno, calcedonio, etc. Existe discusión entre protestantes sobre si son cuatro o cinco los credos principales. 

Los falsos maestros son primariamente inmorales, y en ocasiones (aunque no siempre) ortodoxos en doctrina. Los herejes a menudo son muy morales y virtuosos, pero no ortodoxos en doctrina. Esta distinción es de suma importancia. Por ejemplo, ¿Fue Ravi Zacharias un hereje? No. ¿Un falso maestro? A la luz de los descubrimientos recientes de su vida de continua inmoralidad sexual, probablemente si lo fue. 

En importante también diferenciar entre una herejía formal y una herejía material. Una herejía formal es aquella cometida con completo conocimiento, mientras que una herejía material es aquella que se comete por ignorancia. 

Una aclaración es importante aquí. Tanto los reformadores como los post-reformadores desarrollaron mucho el concepto de lo que era una herejía y un error. Un error se encuentra en la negación de una verdad importante, pero no central de la fe cristiana. De esta manera, por ejemplo, la mayoría de puritanos consideraban al arminianismo un error, pero no una herejía. Pero si consideraban al socinianismo (que negaba la Trinidad entre otras cosas), como una herejía.

La manera más rápida para convertirte en un falso maestro es estudiando teología, divorciada del servicio a la iglesia local y la comunidad del Señor. Haz esto y en diez años de ahora estarás viviendo una doble vida, con una cabeza llena de conocimientos teológicos, y camino al infierno. El propósito de la teología es la formación del carácter, del conocimiento para saber cómo vivir, cómo guiar a otros en Cristo, como compartir y explicar de manera más efectiva el mensaje de las Escrituras. La teología es la ciencia para vivir una vida que agrada a Dios, con todas sus implicancias en la familia, la Iglesia y la Sociedad. Sin embargo, el camino para convertirte en un hereje es diferente al de un falso maestro. 

¿Cómo convertirte en un hereje rápidamente?

En casi todos los herejes a lo largo de la historia existe un patrón común: Se enfocaban en una doctrina a expensas de otra. Es decir, examinaban todo el cuerpo teológico a través de una sola doctrina, que eventualmente tomaba primacía sobre las demás, desarrollando un sistema teológico basado en esta doctrina que los llevaba a negar cualquier doctrina cardinal que estuviera en contra de su sistema teológico. 

Lo repito nuevamente, la mayoría de herejes a lo largo de la historia examinaban todo el cuerpo teológico a través de una sola doctrina, que eventualmente tomaba primacía sobre las demás, desarrollando un sistema teológico basado en esta doctrina que les llevaba a negar cualquier doctrina cardinal que estuviera en contra de su sistema teológico. 

En lo que sigue daré algunos ejemplos de como esto puede llevarse a cabo. Lo repito, no quiere decir que si haces esto te vayas a convertir en un hereje – los herejes son ejemplos extremos, pero si son luces de alerta, que te ayudaran mientras dedicas tu vida al Señor:

NO: Enfócate en una doctrina y no otras

El momento para la especialización en alguna rama de la teología sistemática es cuando estas haciendo un doctorado. Preocúpate en la primera década de tus estudios teológicos de tener un conocimiento profundo en todas las doctrinas. Hay jóvenes que tienen un interés malsano en la escatología, y leen tanto como pueden sobre el tema, sin antes tener un conocimiento razonable en las otras ramas de la teología. Esta es la receta para el desastre. 

Escoge dos o tres teologías introductorias y léelas a consciencia de tapa a tapa. Te recomiendo iniciar con la teología sistemática de Louis Berkhof. Luego seguir con la dogmática de Wilhelmus a Brakel (El Servicio Razonable del Cristiano), y luego seguir con alguna otra de tu elección, como Grudem, Erickson, etc. Una vez que tengas una buena base teológica lee libros más avanzados sobre una doctrina en particular, como la escatología, cristología, etc. No seas ingenuo aquí, tener una buena base doctrinal demorara años.

NO: Estudia el particular en lugar del general

Un amigo me contó que en el seminario dónde estudia estaba llevando un curso de 12 semanas llamado “Credos y confesiones de fe históricas”. “Que excelente”, fue mi respuesta. “¿Y han estudiado el credo niceno, apostólico, etc?”, le pregunte. “Si, las estudiamos las dos primeras semanas, luego una semana en las confesiones de la reforma, una semana en otras confesiones protestantes, y las siguientes 8 semanas las pasamos estudiando La Confesión de fe de Londres de 1689”. 

Esto también es parte del problema. No hay duda de que la Confesión de Fe de Londres de 1689 es una confesión de fe muy importante, pero su importancia es pequeña al lado del credo apostólico, el credo niceno, o el credo calcedonio. El riesgo de pasar desmedidamente estudiando la confesión de fe de mi propia tradición, en lugar de aquellas que son los credos universales es que inevitablemente me llevará a juzgar el cristianismo y ortodoxia de alguien de acuerdo a su conformidad con la tradición que sostengo, en lugar de evaluar mi propia tradición de acuerdo al estándar. En otras palabras, la inversión de los estándares inevitablemente me llevará al sectarianismo, y dará una visión deficiente entre las que son doctrinas cardinales y aquellas que no las son. 

En otras palabras, debo de comprender y evaluar la Confesión de Londres de 1689 (o Westminster o cualquier otra), a la luz de su fidelidad a los Credos, y no al revés. 

NO: Enfócate en la variación en lugar del estándar

Este es un punto importante, en casi cada doctrina hay puntos esenciales, y puntos no esenciales. Hay puntos cardinales, y variaciones o posturas dentro de la misma. Un error común aquí es negar la variaciones o posturas como no ortodoxas o no históricas solo porque son minoritarias. Un error igualmente común en sostener una postura que es minoritaria y no ser consciente de que lo es. Creo que el mejor ejemplo en la actualidad se relaciona con la teología del pacto. Desde el inicio mismo de la teología del pacto han habido al menos tres variaciones a la misma en el siglo XVII. Siendo la más popular de ellas la que se presenta en los Estándares de Westminster. Sin embargo, en el mismo siglo XVII hubo dos variaciones mas, la sostenida por los Bautistas, y la de John Owen. Para el siglo XX tenemos al menos media docena de variaciones y posturas dentro de la Teología del Pacto, entre presbiterianos, bautistas, etc. Sería un error no reconocer que la postura de los Estándares de Westminster ha sido históricamente la principal y más popular en círculos reformados. Para una breve descripción de la postura estándar de la teología del pacto, ver aquí.

Por otro lado, seria de la misma manera un error negar que existen variaciones o subposturas dentro de la misma (Por ejemplo, John Murray, Meredith Kline, Michael Horton, entre otros sostienen variaciones dentro de la misma en el Pacto de Obras, Pacto de la Redención, etc). Independientemente de la postura que se siga, o de la doctrina que se evalué, el punto de inicio es comenzar el estudio por la postura estándar, y luego recién pasar a estudiar las variaciones, a fin de poder ser consciente de la manera como encaja mi postura particular dentro de la tradición protestante. 

NO: Enfatizar un punto minoritario como la regla

Me es sumamente difícil encontrar un ejemplo de un teólogo dispensacionalista antes del siglo XX. En este sentido, históricamente, el dispensacionalismo es una postura minoritaria a lo largo de la historia de la iglesia evangélica protestante cuando es comparada con la teología del pacto. Por lo cual, si alguien sostiene el dispensacionalismo, es bueno que este informado también de la postura mayoritaria en la iglesia, es decir la teología del Pacto. 

Ahora bien, dejando de lado el dispensacionalismo, creo que hay un gran peligro en este aspecto en Latinoamérica. Quisiera dar dos ejemplos de esto. 

En primer lugar, relacionado con el Teonomismo. El Teonomismo como movimiento teológico y político tuvo algo de popularidad entre la década de los 80 y 90’s. Sin embargo, en la actualidad es una postura reducidísima en círculos protestantes. No puedo pensar en más de 5 o 6 teólogos teonomistas en la actualidad, y todos pertenecen a un grupo extremadamente reducido de los Estados Unidos. No solo no existe ningún teonomista en Europa, sino que como postura teológica no tiene un arraigo histórico sino hasta la ultima parte del siglo XX. La afirmación de que la Ley Mosaica debía ser aplicada al gobierno hubiera sonado en el mejor de los casos descabellado para la mayoría de los reformadores y post-reformadores. Si alguien desea sostener el teonomismo debe ser consciente que dicha postura no representa ni al 1% de la teología reformada de la actualidad. 

Otro punto es en relación a la Gracia Común. Sin bien el concepto se encuentra en Agustín, fue Calvino quien desarrollo mas plenamente esta doctrina, que se convirtió en la base de gran parte de la ética y teología política de los puritanos y reformadores holandeses. La doctrina de la Gracia Común ha sido sostenida de manera indiscutida a lo largo de la historia y tradición protestante hasta el siglo XX, cuando dos teólogos Herman Hoeksema (no confundir con Antony Hoekema) y Henry Danhof la cuestionaron. La negación de la gracia común no representa ni al 0.1% de los teólogos. Enfocarse en el estudio de una postura tan pequeña y extrema inevitablemente nos llevara a bordear la herejía. 

A no ser que queramos terminar sosteniendo alguna herejía debemos comenzar nuestro estudio teológico estudiando las doctrinas principales sostenidas por la vasta mayoría antes de estudiar la excepción a la regla.

SI: Estudia a los principales teólogos, no a los desconocidos

Antes de estudiar teólogos y libros desconocidos o de menor importancia, estudia el pensamiento de los grandes teólogos y las grandes doctrinas. Profundiza en el pensamiento de uno de ellos. Esto te tomara varios años. Si eres evangélico protestante, comienza con uno dentro de tu propia tradición, recomiendo cualquiera de estos seis: Juan Calvino, Martin Lutero, John Owen, Wilhelmus a Brakel, Charles Hodge o Herman Bavinck. Pasa un par de años profundizando en su pensamiento, y después de eso ve a teólogos que no son estrictamente protestantes, como Agustín de Hipona o Thomas de Aquino, y recién al final ver a los liberales heréticos como Paul Tillich o Friederich Schleiermacher. 

SI: Estudia la teología bíblica antes de la teología histórica

La teología bíblica es la base de todo lo demás. Cuando digo teología bíblica me refiero a la disciplina, y no a una teología antibiblica. En un sentido todas las ramas del estudio teológico (la teología pastoral, sistemática e histórica) son bíblicas en el sentido que tienen una base bíblica. Pero cuando digo teología bíblica me refiero a la disciplina. Tener una fuerte base de teología bíblica te ayudara a examinar los escritos de otros teólogos, y ver donde y de que maneras se desviaron de las enseñanzas de las Escrituras. Recuerda también que no hay hombre que tenga una teología 100% correcta, y que tanto la teología bíblica como la teología sistemática, son bíblicas y sistemáticas al mismo tiempo, la diferencia es en el énfasis de estudio y método de investigación. A no ser que estés haciendo un doctorado o una maestría en un tema especifico, pasa más tiempo estudiando teología bíblica que teología sistemática, histórica o pastoral.

SI: Estudia la teología bíblica, histórica, pastoral y sistemática en balance

Si estas en la etapa teológica formativa de tu vida, y con esto me refiero a los primeros 10 años de estudio teológico intensivo, trata de mantener un balance entre estas cuatro disciplinas. Este es uno de los puntos más débiles en los seminarios en Latinoamérica. Existe en muchos de ellos un desbalance poco saludable entre las disciplinas de estudio teológico. Un patrón que note que seguían casi todos los seminarios en Inglaterra era en balance que tenían entre estas cuatro disciplinas de estudio. A un nivel bachiller, ninguna de estas disciplinas debería de tener mas del 30% del numero de cursos, ni menos del 20%. Una maestría es diferente porque es una especialización en si misma. 

Por ejemplo, a un nivel bachiller, si en un seminario, se enseñan 30 cursos en tres años, entonces no deberían haber menos de 6 cursos de teología histórica (20% del total), pero tampoco más de 10 cursos de teología pastoral o bíblica (30% del total). Hay seminarios que tienen solo un curso de historia y otra de teología histórica, y todo lo demás es teología sistemática, o teológica bíblica. Esto no solo es un terrible desbalance en la educación teológica, sino que están fallando verdaderamente en exponer al estudiante al estudio teológico como un todo. Antes de estudiar en una institución teológica fíjate en su currículo y el balance de sus cursos. Un currículo desbalanceado inevitablemente proveerá una educación teológica deficiente. 

SI: Estudia la teología sana u ortodoxa antes de estudiar a los herejes

Esto debería de ser obvio. Si estas en un seminario, es necesario que tenga un curso sobre teología “herética”, es decir, donde se estudie la teología liberal y barthiana. Pero estudiar, ya sea de manera personal o en un seminario (especialmente uno que se llame evangélico), el pensamiento de Paul Tillich antes que el de Jonathan Edwards, o el de Karl Barth antes que el de John Owen o Herman Bavinck, es absurdo. Lo único que producirá serán herejes y falsos maestros. Recuerda que el infierno esta lleno de académicos con grados en teología. ¿Por qué pasar tiempo estudiando los escritos de herejes cuando ni siquiera se ha estudiado a los de sana doctrina? Seminarios que hacen esto, aunque se llamen evangélicos, demuestran por su currículo que son liberales progresistas. Hay muchas cosas de beneficio en los teólogos heréticos liberales, y hay aún más cosas buenas en teólogos contemporáneos Católicos Romanos, como Karl Rahner o Hans Ur Von Balthasar, pero es de mucho, mucho más valor estudiar y leer a Juan Calvino, John Owen o Jonathan Edwards que a dichos autores. Si eres evangélico, estudia la teología protestante antes de la liberal o Católica Romana.

SI: Estudia siempre la norma o estándar antes de ir a la excepción

No puedo enfatizar cuan importante es esto. A menos que tengamos claro cuál es la postura mayoritaria sobre un tema no seremos capaces de examinar y tomar posturas independientes. Saber por donde comenzar, que leer, y que no leer, y como usar tu tiempo en el estudio teológico es de vital, vital importancia. Pregunta a maestros, mentores que te puedan guiar en este punto. Matricúlate en un buen seminario donde te puedan guiar. No le escribas a cualquier maestro de Facebook por consejo, y no le escribas a gente que no conoces. No seas confianzudo, conchudo o flojo. Busca buenos mentores, buenas instituciones, buenas recomendaciones tanto de libros, como de lugares. El riesgo de estudiar teología de manera incorrecta es nada más y nada menos que la herejía, así como o la edificación, o la perdición de aquellos que te escuchan. Pregúntale a gente que sepa, a gente que haya estudiado teología de manera seria y formal, y no a cualquier “maestro de facebook”. No le pedirías un consejo sobre medicina a un albañil, o dejarías que te opere un «medico» autodidacta que aprendió medicina por blogs y videos de YouTube. Entonces, ¿Por qué sigues los consejos de donde estudiar teología que aparecen en cualquier pagina de Facebook hechas por gente que nunca ha estudiado teología en un seminario serio y formal? Se sabio con respecto a quien le pides consejo. 

SI: Estudia siempre para la Gloria de Dios y no de los hombres

Deje este punto al final por ser el más importante de todos. Estudia la teología que sea de beneficio a la iglesia antes que puramente personal. Estudia teniendo en cuenta lo que le beneficiara a tu iglesia, a tu familia, aquello que te será de beneficio para el futuro. Pero sobre todo recuerda que el estudio teológico es un acto de Doxología. Es un acto de alabanza a Dios. Los demonios y el diablo mismo también saben teología pero la usan para difundir doctrinas demoniacas. El estudio teológico por sí mismo no te hará ningún bien a menos que vaya acompañado de adoración y una profunda humildad como consecuencia del conocimiento de tu propia maldad, orgullo y depravación. Recuerda que una teología académica puede ser inútil. Karl Barth escribió una de las más grandes obras académicas de teología, su Dogmática Eclesiástica, mientras vivía en adulterio y concubinato continuo. Barth es uno de los mejores ejemplos de un falso maestro por el aspecto moral, y herejía por el aspecto doctrinal. Pero, para los estándares académicos, produjo una obra magna, y en verdad, lo es desde un punto de vista intelectual. Pero dista mucho de ser una “teología para la vida”. Que el Señor nos ayude a estudiar para Su Gloria, una teología para la vida. 

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Daniel Caballero.

Daniel Caballero

Acerca del autor:
Daniel Caballero nació en Lima, Perú. BSc. Universidad Nacional Agraria La Molina. BA, Seminario Teológico Bautista (Lima); Postgrado en Teología, The London Theological Seminary (Londres), ThM-Teologia Histórica., Westminster Theological Seminary (PA-USA). Esta por iniciar estudios doctorales en Inglaterra sobre Historia de la Reforma (siglo XVI) y Post-Reforma (siglo XVII). Especialización en John Owen y Puritanismo ingles. Daniel ha escrito numerosos artículos sobre puritanismo, teología bíblica y cultura. Su campo de especialización es en estudios de la Reforma y Post-Reforma (Puritanismo). Ha vivido por casi doce años en Inglaterra, donde tuvo la oportunidad de profundizar estudios Teológicos. Es misionero enviado de Inglaterra para el servicio en desarrollo de educación teológica. Actualmente vive en Cork, Irlanda. Tiene experiencia desde muy joven en educación teológica. Esta casado con Ellie.

8 respuestas »

  1. Muchas gracias hermano Daniel, es muy útil cuando se usan nombres específicos como el de Ravi y Karl, se puede comprender mucho mejor.
    Dios continúe bendiciendo.

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  2. Hola pastor, que la Gracia de Dios le siga bendiciendo…! Esta pregunta me persigue desde hace tiempo, se que Dios es soberano en sus actos tanto la obra creadora como en su manera en que utiliza la iglesia, mi pregunta es esta Dios fue o es metódico? Usa Dios un método para revelarse al ser humano? Debe el ser humano utilizar un método para el estudio y ejercicio eclesial? Puede llamarse a la práctica del cristianismo un método? Estás interrogantes son realmente intrigantes para mi.

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  3. Excelente artículo!
    Hermano, si a alguien le gustaría estudiar teología de forma personal, ¿tendrás alguna lista con libros para leer o clases gratuitas en línea para escuchar, Sabiendo que el inglés no es un problema?

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  4. Muchas gracias, hermano Daniel, por sus publicaciones. Las vengo leyendo con mucho entusiasmo hace algún tiempo. En esta ocasión, le preguntaría por cuáles son los seminarios en Latinoamérica que a su juicio, usted recomienda. Y si me permite la licencia, ¿cuál es su opinión del Seminario Reformado Latinoamericano?

    ¡Muchas gracias por tomarse el tiempo!

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